Escapar del infierno

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Estoy durmiendo plácidamente, cuando de repente siento que alguien esta recostado a mi lado, abrazado a mi cintura, intento moverme, pero no puedo, me aprieta más la cintura.


—Mmm.


—Basta de moverte, déjame dormir— dice con una voz ronca, y medio dormido me da un beso en la frente.


—Está bien.


Entonces reacciono y abro los ojos solo para ver a Dean dormido aun lado mío.


Que debo admitir, se ve muy lindo.

Conciencia: ¿Pero qué dices tonta?, Si ayer casi te viola.


Yo: Pero si dormido se ve como un lindo angelito.

Conciencia: Y despierto es peor que un demonio, así que levántate y huye, antes de que despierte o te doy una paliza mental.

Yo: Está bien ╥╥.

Me levanto cuidadosamente para intentar no despertarlo, pero es muy tarde, ya despertó.


—¿A dónde piensas que vas linda?― pregunta tallándose los ojos.


—Obviamente a mi casa, ¿Pero cómo es que entraste si la puerta estaba cerrada con llave?


―Primero, es más que obvio que tengo llaves de repuesto de todas las puertas de mi propia casa, y si te lo preguntas no, no te hice nada mientras dormías, ya te lo dije, no lo hago si estas dormida, es aburrido, y segundo, no, aun no te puedes ir a tu casa, no hasta que lo hagamos, ya te lo había dicho ayer― enseguida me toma de la cintura, me tira a su cama, y se coloca encima de mí.


―Déjame ir, no pienso tener relaciones contigo.


―¿Y qué pasa si no te dejo ir?

―Te golpeare, y te demandare.


―Uy que ruda, estoy temblando, casi como tú al verme y tenerme tan cerca.

―Claro que no, yo no estoy temblando por ti, y no voy a hacerlo contigo, ya te lo dije.


―Oh vamos, eres otra fan tras de mí, deja de hacerte la difícil, que te daré lo que todas quieren, pero no todas obtienen.


―Eres un maldito, yo no soy tu fan, y no quiero eso, idiota.


―Ja no lo niegues, que aunque no seas mi fan, lo quieres.


―Y qué pasa si no me dejo, ¿Vas a violarme?


―Claro, si no me dejas otra opción, pero créeme, que así te dolerá más, además no es violación si los dos queremos.

Conciencia: Maldición te dije que lo haría, ahora corre rarita, ¡Correeeee!


―Eres un maldito, ¡DEJAME!― comienzo a patear y moverme mucho, entonces coloca su cuerpo de una manera en la que ya no puedo forcejear, pone sus manos en mi cara y se acerca más.


―Me encanta estar en esta posición, me excita mucho― comenta y noto su bulto crecer cerca de mí.

Estoy asustada, él se acerca más para intentar besarme, pero en un movimiento ágil de mi parte, pateo su entrepierna, haciendo que este caiga al piso por el dolor; aprovecho y salgo corriendo; corro como nunca he corrido en mi vida.

Salgo de esa casa y sigo corriendo; no quiero detenerme por miedo a que me alcance, aunque ni siquiera estoy segura de sí me sigue; además me encuentro en un lugar que no había visto jamás.

Me detengo cuando siento que ya no puede alcanzarme; para mi suerte me topo con un taxi, lo detengo, me subo rápido, le doy mi dirección y me relajo al saber que no podrá alcanzarme, pero me doy cuenta de que tal vez no llevo conmigo dinero; reviso las bolsas de mi chamarra y solo tengo tres dólares.


―Disculpe, pero ¿Hasta dónde me podría llevar por tres dólares?


―Mmm, con eso, como tres cuadras más.

Después de esas tres cuadras bajo del taxi y le pido la dirección de donde estoy, el taxista me la da muy amablemente, ~al menos ya sé dónde estoy~ sigo caminando, y se me ocurre llamar a Rebeca para que venga por mí. Comienzo a buscar mi celular como loca, y me doy cuenta de que no está, ~que bien, ahora hasta el celular perdí~.

―Excelente, que suerte la mía― sigo caminando y pidiendo instrucciones a cualquiera que vea; soy muy mala en esto de seguir indicaciones.

Así continúo todo el día caminando, hasta que llego a un lugar que si conozco, y por fin como a las seis de la tarde llego a casa, abro la puerta y mi prima me recibe con un fuerte abrazo.


―Betty, ¿Dónde estabas?, Estaba muy preocupada por ti.


―Rebeca... déjame respirar, creo que me estoy ahogando...―pido desesperada― Rebeca me falta aire― por fin hace caso y me suelta.


―Lo siento, pero estaba realmente preocupada, casi iba a llamar a la policía para reportarte desaparecida.


―Vamos prima, estoy bien, no me paso nada― en cuanto digo eso una lágrima se me escapa involuntariamente.


―Betty, ¿Qué te pasa?, ¿Qué te pasó?


―¡Te he dicho que no me llames Betty!― para cuando pronuncio esas palabras ya estoy llorando. Después de esa escena, no tengo más remedio que contarle todo lo que paso, sin omitir detalles.

―¿Qué?, No puede ser, ¿Eso es verdad?


―Cada palabra.


―Entonces Dean Ambrose te sedujo, te dijo cosas sucias y casi te viola, y Seth Rollins te consoló mientras llorabas, se abrazaron en el asfalto, y tú lo defendiste de que Dean lo golpeara, Dean te llevo a su casa para hacer cosas malas y no quisiste, lo golpeaste y escapaste― dice todo sin respirar ni parpadear ni una sola vez.


―Sip, en resumen eso es todo, ¿Ahora puedo dormir?, ha sido un largo día.


―Claro solo dime, ¿Por qué no lo hiciste con él, si era la oportunidad de tu vida?


―¿Qué eres idiota?― le aviento un cojín y me tapo con mis sabanas; ella sale de la habitación, enseguida me quedo dormida, estoy muy cansada por todo lo que camine. Pero también estoy feliz, no sé qué me habría pasado si no hubiera escapado, ¿En verdad él me violaría?, ¿En serio lo habría hecho?

No lo puedo creer, ¿En serio alguien a quien admiraba tanto me haría eso?, al parecer la gente no es como aparenta ser, y una prueba de eso es ese Dean Ambrose, en la televisión era un lunático, pero no sabía que en la vida real un violador.

También Seth, en la televisión era todo un malote pero en la vida real es una persona realmente buena y tierna, me gustaría volverlo a ver, aunque a Dean no, apenas pude escapar, no sé si otra vez podría lograrlo, pero me alegra haberlo hecho, haber escapado de ese infierno.

NO SOY TU JUGUETEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora