Inestabilidad

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La casa es enorme, tiene dos pisos, está pintada de un blanco que la hace ver elegante, en el piso de abajo hay dos ventanas, en el de arriba solo hay una pero es enorme, casi ocupa más de media pared; afuera en él pórtico hay una banca que se ve muy cómoda. Me pregunto, si así es por fuera ¿Cómo será por dentro?

―Impresionante, ¿Verdad? ―Dean pasa al lado de mí con una gran sonrisa; cierro la boca antes de que la baba comience a caer― Te la mostrare por dentro.

De su bolsillo saca unas llaves, abre la puerta y lo sigo por detrás. Al entrar enseguida se siente un ambiente cálido, las paredes tienen un tapiz de color blanco, pero los candelabros en él techo le dan un toque amarillo otoñal.

―Wow... ―observo todo sorprendida.

Enseguida esta la sala, que es como tres veces más grande que mi habitación en la universidad. Hay dos sillones largos color café chocolate en el centro y a sus lados dos sillones individuales del mismo tono, estos están frente a una pequeña mesa de madera, y también hay una enorme chimenea de piedra.

Casi todo él piso de la sala está cubierto de una alfombra beige, y las paredes están cubiertas con adornos en varios tonos de café que se ven muy costosos.

―Aun no te desmayes ―volteo a ver a Dean que me sonríe burlón, cierro la boca, que nunca supe cuando abrí― queda mucho por mostrarte ―toma mi mano y caminamos a otra habitación, llevo mi maleta arrastrando tras de mí, lo bueno es que tiene llantas.

―Puedo caminar sola ―intento sonar lo más seria que puedo y soltarme de él.

Dean me ignora.

―Esta es la cocina, señala con un ademán.

La cocina es grande, aunque no tanto como la sala. Se ve moderna, todos los aparatos son en color plateado, la mesa de centro es de cerámica blanca. Es perfecta para un chef.

«Parece el sueño de toda ama de casa»

Vuelve a jalarme y vamos a las grandes escaleras de madera que supongo van al segundo piso. En algún punto Dean se desesperó del ruido de las ruedas de mi maleta, así que me la quito, la carga como si nada con una mano mientras con la otra mano sostiene la mía.

En el piso de arriba hay un pasillo con dos puertas del lado derecho y una sola del lado izquierdo. También están las paredes con tapiz blanco y adornos cafés.

Abre la puerta de la izquierda y al entrar mi boca se vuelve a abrir por completo. Tres paredes son de cristal, hay un hermoso paisaje donde mires, él bosque se ve tan pacífico, puedo incluso oír a las aves cantar.

Esta parece una habitación de descanso, hay una pantalla enorme en la pared, parece haber una consola y videojuegos, dos sillones individuales frente a la televisión y varias cosas para entretener, incluso hay un estante enorme lleno de libros y un área especial para leer.

Está bien. En definitiva estoy impresionada con todo esto. Parece la casa de fantasía en la que nunca creí entrar.

―Ahora si puedes desmayarte, o espera a llegar a tu habitación; como quieras ―alza los hombros y sale de la increíble habitación de juegos― tu habitación es la de la derecha, la mía la izquierda, acomoda tus cosas mientras voy a meter el auto a la cochera.

Ni siquiera alcanzo a asentir cuando lo veo irse, camino a mi habitación aún anonadada por esta gran casa.

Al abrir la puerta la impresión sigue, las paredes pintadas de azul oscuro, él techo parece lleno de estrellas, en una pared hay un dibujo de un barco de madera enorme, el mar bajo este se ve muy detallado, ahí hay muchos peces de todos tamaños y colores. Parece una obra de arte para niños.

NO SOY TU JUGUETEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora