¿Qué no le da vergüenza?

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Se escuchan pasos, creo que vienen todas las del equipo, maldición, ¿Ahora qué hago? Todas van a pensar mal si nos descubren así.

—Dean bájate vienen todas.

—Creí que te gustaba el exhibicionismo, a mí no me importa que nos vean hacerlo.

—¿Eres tonto o te haces?

—¿Eh?, Ninguna.

—Solo bájate.

—Y si no lo hago, ¿Que vas a hacerme?

—Mmm, les diré que me intentas violar.

—Claro que no, esto es consentido.

—No lo es, te estoy diciendo que no quiero.

—Pero hace rato si querías, y no puedes negarlo.

—No es cierto, bájate.

—Nope, tu si querías.

—¡Entrenador! ¿Dónde está?— Es la voz de Gabriela, va a verme así, no puedo permitirlo.

—Si digo que sí, ¿Te bajas?

—Sí, pero solo si lo me la creo.

—¿Qué?

—Debe parecer que lo dices en serio.

—No hay tiempo para eso.

—Hazlo así o no hay trato, y que nos vean.

—Está bien— Tomo una gran bocanada de aire— Si quería— susurro con la cabeza agachada.

—¿Qué? No pude oírte.

—¡Que si quería!— Casi grito al oír a todas muy cerca.

Dean se levanta rápido, y yo me quedo en el piso, en ese mismo instante entran todas.

—Eli, ¿Qué haces en el suelo?— Pregunta Gabriela un poco preocupada.

—Mmm pues yo...

—Ella se cayó, debo decir que es muy torpe— interviene Dean.

Suspiro aliviada, aunque me molesta lo que dijo, nadie sospecha nada, de hecho todas ríen.

—Y ¿Cómo le fue en la prueba?— Pregunta una de las chicas.

Maldición, no hice ninguna prueba, ¿Ahora que va a decir Dean?; Todas esperan una respuesta, lo miro con el rabillo del ojo mientras intento pensar en algo, pero él se ve muy tranquilo.

—Ella es muy veloz, pero se cansa rápido, no tiene una buena condición física, no es demasiado fuerte, no golpea bien, siempre lo hace descuidadamente, pero podemos mejorar todo eso con mucho entrenamiento.

Lo observo con la boca abierta, ¿Cómo pudo decir todo eso? Ni siquiera me hizo la prueba, aunque todo es cierto, bueno, eso supongo; ¿Será que él ya sabía todo eso y solo dijo que me haría la prueba para estar a solas y molestarme?, Es un inteligente pervertido, pero soy mejor y no volveré a caer en su trampa, nunca más.

—Lo mejor será que entrenemos ahora, ¿Aun no sabe en qué posición jugará?— pregunta Gabriela.

—No, aun no lo sé, pero conforme vaya practicando más, lo decidiré.

—¿Y qué haremos ahora?— cuestiona Catalina.

—Formen dos filas.

Todas nos formamos en donde queremos, sin ningún orden en particular; estamos viendo hacia la derecha, yo estoy aun lado de Gabriela.

NO SOY TU JUGUETEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora