Cita con Seth

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―Betty, Betty, Betty, ¡Bettyyyy!― estoy durmiendo muy a gusto, hasta que mi prima me despierta con sus increíblemente agudos y ensordecedores gritos.

―¿Qué pasa Rebeca?, Y te he dicho miles de veces que no me llames Betty.

―A que no me crees quien está en la puerta de este departamento.

―¿Un chocolate gigante?

―¿Qué?, Claro que no loca, vaya que despertaste con hambre, pero no, es Seth Rollins que te busca.

―¿Qué?― la dejo con la palabra en la boca y salgo corriendo como maniática hasta la puerta, y ahí está el chico bicolor con una sonrisa encantadora.

―Hola Elizabeth.

―Hola Seth, ¿Qué haces aquí?

―Primero, perdón por despertarte― lo observo confundida, ¿Cómo supo qué me acabó de levantar?, ¿Tan mal me veré?― y lindo pijama.

Veo mi ropa y en efecto tengo puesto un pijama de Picachu; mis mejillas se tornan carmesí por la vergüenza de que me vea así, él lo nota y se le escapa una pequeña risa, muy linda, que hace que yo sonría.

―No-o importa, ya me iba a levantar.

―¿Cómo te encontré? y ¿El por qué vine?, pues es por esto― extiende su mano y en ella está mi celular, lo tomo y lo abrazo muy feliz, mientras doy vueltas.

―¡Hurra!, ya no tendré que comprar otro, que bueno, amo este― Seth al ver mi escena ríe, solo lo miro, me detengo y le sonrío― mil gracias Seth, que bueno que me lo devolviste― lo abrazo muy fuerte ahora a él― Perdón― me separo al ver el ridículo que estoy haciendo.

―No te preocupes, me encanta verte sonreír― me sonrojo por eso― y te encontré gracias a que en el celular había un mensaje que decía: Por si se pierde éste celular envíelo a esta dirección: ××××××××××××, por favor, y si no lo hace usted es un ladrón (C_C).

―Oh sí, yo recuerdo que escribí eso, para que me lo devolvieran, pero no creí que lo harían.

―Sí, y no creas que estaba leyendo tus mensajes, o viendo tus contactos, o pasando tus fotos a mi celular, solo me llamo la atención, porque decía "por si se pierde"― está muy sonrojado, ahora soy yo la que ríe.

―No te preocupes, no creo eso de ti, y gracias por devolvérmelo.

―No hay problema, me voy... adiós Elizabeth― voltea, aunque parece que quiere que lo detenga, pero no lo hare; en eso un grito nos asusta a los dos.

―¡No!, no te puedes ir así, ¿Verdad Betty?, que por devolver su celular ella te invitara un café― la miro mal y volteo a ver a Seth, que está sonriendo por lo que dijo Rebeca, ya no puedo retractarme.

―Si Seth, en agradecimiento te invitó un café.

―¿En serio no te molesta?

―No, vamos― su sonrisa me hipnotiza.

―Oye Betty, ¿No te pondrás primero ropa para salir?― pregunta Rebeca con tono divertido, entonces recuerdo que traigo puesto el pijama.

―Cierto, lo siento Seth bajo en un momento.

―Sí, no importa aquí te espero.

Corro por las escaleras, tomo lo primero que veo y en un tiempo record ya estoy vestida, con una linda camisa café con un dibujo de una rosa, unos jeans un poco ajustados que se me ven bien y unos botines cafés; llego con Seth y éste me observa de arriba a abajo, pero no me siento incómoda.

NO SOY TU JUGUETEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora