Vacaciones

288 29 34
                                    

Llevaba toda la tarde en la enfermería, después de ese desmayo la enfermera no me dejo marcharme hasta varias horas más tarde, y me aburrí de lo lindo. Pero ese tiempo me dio oportunidad de pensar en mis problemas, o más bien, mi problema.

Dean Ambrose... Jonathan Good o como sea que se quiera llamar el tipo. Él es una piedra en mi zapato.

¡Ah, no! Pero no cualquier piedra es maestra de Deportes, ni una acosadora, ni siquiera es llamada por prácticamente toda la población femenina de aquí como la más candente y sexy.

¡No! La piedra que me toco es especial... Y no siendo suficiente esto, ahora me quiere llevar a una casa alejada en las montañas, para violarme, matarme o yo que sé. Y no puedo decir no.

¿Mi vida puede ser más miserable?... Lo dudo.

Ahora debo buscar una excusa para este fin de semana, bueno, tomare la fácil.

«Iré con mi prima a la cuidad»

Sera mejor que decirle que estaré con Dean. Eso me pone muy nerviosa. Aunque quizá no sea tan malo, digo, ¿Que podría hacerme Dean en dos días que pasemos solos?

Consciencia: La verdadera pregunta es... ¿Que no te haría?

Yo: Calla, no es momento de tus tontas teorías voz inútil en mi cabeza.

Consciencia: Jujuju, Vaya que alguien está de malas... Está bien, te dejare sola con tu amargura.

Yo: Vete y no vuelvas.

Grito en mi cabeza. Esto es desesperante, no tengo tiempo de estas tonterías.

Llego a mi habitación, Emily me observa preocupada.

―¿Cómo estás? ―me abraza― te ¿Sientes mejor? La enfermera no me permitió estar ahí contigo, perdón por no insistir.

―No te preocupes ―sonrío y correspondo al abrazo― estoy mucho mejor, los medicamentos me han hecho bien.

―Gracias a Dios, si hubiera sabido que esto iba a pasar jamás te hubiera dejado ir ―suspira frustrada― pero créeme que pediré por lo menos tres semanas de descanso de esa clase para ti; y si no me las da él entrenador, él director me escuchara, pero las tendrás, y sin quejas.

―Está bien, gracias ―la abrazo con más fuerza.

No sé qué haría sin Emily, ella es ahora mi apoyo, y aun así no le puedo contar lo de Dean. Eso me carcome por dentro; quizá si le digo, con lo testaruda que es, termine por hacer que me deje en paz, o conseguirá que lo despidan y una orden de restricción.

Pero si no lo logra, mi secreto será revelado, todo esto habrá sido para nada, y no estoy dispuesta a dejar mi sueño; el fracaso no es una opción, no para mí, no en las condiciones en las que estoy, no con todo lo que he dejado por él.

Mi sueño es estudiar, mi sueño es tener un futuro mejor, mi sueño es no ser una mediocre más; y no me importa cuántos sacrificios deba pasar, voy a conseguirlo.

―No agradezcas. Aun así también descansarás este fin de semana; es bueno que sea viernes― sonríe y me mira con ternura.

―Sobre eso... ―me separo de ella― este fin se semana lo pasaré con mi prima en la cuidad; ella se enteró de esto y está muy preocupada ―miento fingiendo tristeza, que quizá no es tan fingida.

―Oh, lo entiendo, también estoy preocupada, salir de aquí te hará bien, y estar lejos del entrenador también ―se sienta en su cama― muy lejos de él ―suspira.

NO SOY TU JUGUETEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora