Mi amigo

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Lo inevitable sucedió, Emily se dio cuenta de mi nuevo y llamativo celular, y al no poder inventar ninguna excusa creíble, tuve que decirle la verdad.

—Dean me lo dio —evito su mirada, creo que hay decepción en ella.

—¿Por qué el entrenador te daría un celular? —pregunta incrédula.

—Pues... —juego con mis dedos, no sé cómo explicarlo.

—Por favor no me mientas, sé que algo pasa aquí. No soy estúpida.

—Jamás dije que lo fueras.

—Entonces dime la verdad, soy tu amiga, si tienes problemas puedo ayudarte —toma mis manos, haciendo que la mire a los ojos.

—Sé que eres mi amiga, mi única amiga aquí, pero hay cosas que son difíciles de explicar.

—Entiendo —baja la mirada— solo recuerda que siempre estaré aquí para ti —vuelve a mirarme y me da una tierna sonrisa.

Suelta mis manos, me sorprende que pueda sonreír cuando es obvio que está muy dolida, no quiero verla así, no quiero que este secreto arruine una de las pocas amistades que he hecho en la universidad.

—Espera —tomo su mano— la verdad es que Ambrose me lo regalo porque arrojo el mío al lago.

—¿Por qué arrojo tu celular al lago? Espera... ¿Lago? ¿El lago que está en los jardines más alejados? ¿Que hacían ahí? —parece cada vez más horrorizada ante las millones de situaciones que han de estar pasando por su cabeza, incluso se ve más pálida, la ayudo a sentar en la cama, creo que se desmayara.

—Sí, ese lago, y no lo malinterpretes, no hacíamos nada malo, iba caminando por ahí y de casualidad lo encontré —esa vez— se enojó y lo arrojo.

—O sea que ¿Lo encontraste enojado, tomo tu celular y lo arrojo al lago, luego se arrepintió y te compro uno nuevo?

Esa sería una gran escusa, pero no quiero más mentiras con ella.

—No exactamente, él se molestó cuando le dije que... le mandaba un mensaje a Colby.

—¿Colby? ¿Quién es Colby?

—Colby es... mi amigo —decir eso ahora es como un golpe en el estómago, no puedo creer que pensé que le gustaba.

—¿Estudia aquí? Su nombre no me suena.

—No, las personas lo conocen más como Seth Rollins.

—¿Seth Rollins? —me mira con los ojos muy abiertos— ¿El luchador profesional, ese Seth Rollins?

—¿Lo conoces? Creí que no te gustaba la WWE.

—La veía antes, ¿Cómo es posible con lo conozcas?

—Lo conocí cuando estaba en la cuidad esperando que las clases comenzaran, él estaba ahí por un evento en vivo.

—Wow —se acerca un poco a mí— ¿Y es tan sexy como en la televisión? —me codea divertida.

—El... —lo recuerdo y siento que la boca se me hace agua— supongo que sí.

—¡Es el primer chico que admites es sexy! Debe estar muy bueno entonces —me guiña y se echa a reír en la cama.

—Si es lindo... pero Roman tiene más músculos.

—No me digas que también lo has visto.

—Sí, vino aquí a la universidad, es muy agradable.

NO SOY TU JUGUETEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora