Doctor Ambrose Good

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Abro la puerta de mi habitación y enseguida veo a Emily sentada en mi cama con una mueca de molestia.

―¿Dónde se supone que estabas? ―cuestiona con un tono enojado.

―Con Jack ―sonrío e intento excusarme.

―¿Y porque no contestas mis mensajes o llamadas?

―Tenía el celular en silencioso, perdón, no me di cuenta de que llamaste ―me disculpo.

―¿Y qué hacías con Jack? ―parece estar muy molesta.

―Bueno... ―¿Qué escusa puedo decirle?, Debe ser creíble, vamos Elizabeth, piensa ―lo ayudaba con clases extra.

―¿Ah sí? ―cuestiona dudosa.

―Sí ―afirmo, fingiendo estar segura.

―¿No me estás mintiendo Elizabeth?― vaya que está molesta, solo me llama así cuando está muy irritada.

―No tengo porqué mentirte.

―No me enojaré si me dices ahora la verdad ―suspira más tranquila.

―¡Que no miento!― sueno algo indignada― no sé porque no confías en mí, pero digo la verdad.

Cierro la puerta fingiendo molestia, me dirijo a mi armario, tomo mis cosas para, ahora sí, darme una buena ducha, ya sin Dean cerca. Una vez que tengo todo en la mano, camino dispuesta a entrar al baño.

―Perdón Eli, no te enojes, no desconfío de ti, es sólo que... ―suspiro aliviada, pues ella ya está más tranquila.

―¿Solo qué? ―doy vuelta y la observo, mientras ella se mueve inquieta por la habitación.

―No confío en ese "Jack" ―hace comillas con los dedos y pone los ojos en blanco al mencionar su nombre; río por su acción.

―Deberías hacerlo, él no es tan malo.

―Tal vez... Pero con su mala fama, y tu sin volver en todo el día, simplemente no puedo tomarlo a la ligera, además, con todo lo que paso― agacha la mirada ―no puedo confiar en nadie, no permitiré que te vuelva a pasar algo malo.

―Emily ―me acerco a ella y la abrazo ―sé que han pasado cosas malas, pero confía en que aún queda buenas personas ―le dedico una sonrisa.

―¿Cómo puedes ser tan optimista?

―Es solo esperanza, así que perdóname, trataré de que no vuelva a pasar.

―Está bien, perdóname a mí por actuar peor que un novio celoso.

―Contigo no se para que quiero uno ―ambas reímos, y nos sepamos ―ahora quiero bañarme, ha sido un largo día.

Asiente, seguimos sonriendo, entro al baño dispuesta a tomar una ducha relajante, y olvidar todo lo que paso hoy.

La mañana siguiente

―¿Ahora si me dirás dónde estabas ayer? ―reclama Jack, ya que estamos en una hora libre, y llevo toda la mañana evitando el tema, pero no lo olvidará tan fácil.

―Está bien ―suspiro pesadamente ―fui con el entrenador Good a la ciudad ―admito la verdad.

―¿Qué?, ¿Y por qué fuiste a la cuidad con él? ―cuestiona sorprendido.

―Soy como la encargada del equipo de Voleibol, así que fuimos a comprar algunas cosas como balones ―explico fingiendo no estar nerviosa.

―¿Y por qué no le dices eso a Emily?

NO SOY TU JUGUETEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora