→Capitulo IX

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Me desperté después de haber tenido una pesadilla y fui al baño a lavarme la cara.

Mi mama tocó la puerta y me dijo que bajará a desayunar. Salí del baño y bajé a la cocina, donde mis papas y mi hermana estaban sentados comiendo pancakes.

-Hola Scar, hola papa, hola mama.
-Hola hija ¿que tal dormiste?
-Bien, gracias ¿tu?
-Muy bien -sonrió.
-Que bien.
-Emma, ayer te llamó... Liam.
-Oh, ¿que dijo?
-Que te dijera que lo llamaras.
-Oh... Vale. Gracias.
-Mjm.

Miré a mi mama y me dijo con la mirada "dile a tu papa lo de Mullingar".

-Mmm... papa.
-Dime hija.
-Es que Nadia me invitó a Mullingar la semana que viene y mi mama me dijo que podía ir, pero igual quiero saber tu que piensas.

Mi papa miró a mi mama y ella le cogió la mano.

-Es que no conozco a esa tal Nadia.
-Es nueva, pero creo que si conoces a los papas.
-¿Quienes son?
-Los irlandeses que trabajan contigo.
-¿Cómo sabes que hay irlandeses en mi empresa?
-Nadia me dijo que sus padres te habían conocido.
-Oh... Ellos son unas personas increíbles.
-Entonces... ¿Si?
-Bueno hija, pero te portas bien ¿no?
-Si, claro que si -sonreí-. Gracias -besé su mejilla.

Terminé de desayunar, di las gracias, dejé la loza en el lavaplatos y sonó el teléfono.

-¿Hola?
-Hola hermosa.
-Oh Liam, te estaba pensando -reí.
-¿Ah si? Yo te pensaba a ti -rió.
-Ay -sonreí y subí a mi habitación-. Mi hermana me dijo que me llamaste ayer.
-Ah si.
-¿Que pasó?
-Nada, sólo quería hablar contigo y escuchar tu dulce voz.
-Ay... Me haces sonrojar -dije graciosa.

La conversación se extendió por casi una hora más.

-Amor tengo que colgar, mi mama necesita ayuda para entrar el mercado a casa.
-Oh vale.
-Te amo.
-Yo a ti más.
-Hablamos más tarde si puedo ¿va?
-Si -sonreí-. Oh amor, se me olvidaba, Nadia me invitó a Mullingar la semana que viene ¿quieres venir?
-Wow, Niall me invitó a Mullingar también la semana que viene, así que si, gracias -rió.
-¡Genial! -dije emocionada.
-Si. Bueno ahora si tengo que colgar.
-Vale, saluda a tu madre de mi parte.
-Vale. Adiós linda.
-Adiós cariño, que estés bien.
-Gracias, igual.

Colgamos y yo me reí. Jamás le había dicho "cariño" y sonaba raro.

Suspiré, lo amaba demasiado.

El viernes llegó demasiado rápido y yo me estaba terminando de arreglar cuando mi mama gritó:

-¡Emma, vamos!
-¡Ya va!

Me puse perfume, brillo labial y me miré una última vez al espejo. Bajé, salí de la casa, me subí al carro y mi papa arrancó hacia la casa de Liam.

«Ya vamos en camino.
»Vale linda.

Estacionamos al frente de la casa de Liam y bajamos del carro con los regalos que mis papas habían comprado.

-Hola Sarah -sonrió Karen.
-Hola Karen ¿qué tal has estado?
-Muy bien gracias ¿tu?
-De maravilla.

Al entrar saludé a la mama de Liam y luego a él.

-Hola bella.
-Hola hermoso -besé sus labios y luego él me abrazó.
-Te extrañé.
-Yo a ti Liam -apoyé mi mejilla en su pecho y él posó su cabeza encima de la mía.
-Dios, me hacia demasiada falta abrazarte.
-Digo lo mismo.

Escuché su corazón palpitar de una forma casi irregular. Lo miré.

-¿Estas bien?
-Si ¿por que? -puso un mechón de pelo detrás de mi oreja.
-Te noto... Nervioso.
-No -rió leve.
-Vale, como digas -sonreí y luego besé sus labios.

They don't know about us - Tell me a lieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora