They don't know about us - Tell me a lie

→Capitulo XXIII

Al día siguiente la alarma sonó y me desperté. Nadia no estaba y Kelly se estaba bañando. Me levanté, cogí mi toalla, mi ropa anterior, alisté lo que me iba a poner y esperé a que Kelly saliera.

-Oh, hola Emma -sonrió.
-Hola Kelly ¿cómo estas?
-Bien gracias.

Salió del baño y yo entré. Traté de no demorarme demasiado, tenía literatura a primera hora y si llegaba tarde moriría. Salí del baño, me vestí, tendí la cama o por lo menos hice un intento y salí corriendo de allí. Sin esperar bajé por las escaleras lo más rápido que pude y llegué a la clase faltando segundos para que el timbre de entrada sonara. Al entrar en aquella clase me senté en la parte de atrás y traté de que mi ritmo cardíaco volviera a la normalidad. El profesor llegó mientras el timbre sonaba y toda la clase quedó en total silencio.

-Buenos días.
-Buenos días.
-Ya que ayer tuvieron todo el día libre, lo cual me pareció insólito, vamos a seguir con nuestro temario. Apunten en sus cuadernos Generación del '27.

Aparte de odiar aquel tema que no habíamos terminado el trimestre pasado, odiaba a aquel profesor. La otra cosa mala era que estaba sola en aquel sitio de la parte trasera de la clase y sin nadie con quien compartir mi frustración. Estaba tan concentrada escribiendo lo que decía el profesor, hasta que un apellido y voz particular me llamaron la atención después de que golpearan la puerta.

-Usted debe ser el señor Simons ¿no es así?
-Si señor -levanté la vista de mi cuaderno y vi a un chico con gafas de marco negro y un gorro azul.
-¿A que se debe su tardanza?
-Recorrí la mayor parte del colegio buscando esta clase... No la encontraba.
-Claro... Es nuevo ¿verdad?
-Si... Si, señor.
-Bueno... Sólo porque no había estado el trimestre pasado con nosotros lo dejo pasar, pero que no se vuelva a repetir. ¿Quedó claro?
-Si señor.
-Pase, pero antes, quítese ese gorro.

Aquel chico entró en la clase después de quitarse el gorro y se sentó en uno de los puestos de adelante que estaban solos. Él se me hacia familiar, no sólo me sonaba la voz sino que también algunos rasgos me eran familiares. El timbre sonó y todos salimos rápidamente miré el horario y me tocaba sociales, genial. Fui a la clase y volví a sentarme en el puesto de atrás.

-Hola Emma.
-Styles ¿cómo estas?
-Bien ¿tu?
-Bien. Oye... ¿En serio no pasó nada entre tu y Kelly?
-La verdad es que no, sólo la dejé en su casa y ya, eso fue todo -rió-. ¿Qué querías que pasara?
-No se... Más Harry-Kelly...
-Ay Emma... ¿No crees que yo querría lo mismo?
-Si...
-Pero no pasó nada, ella sólo me ve como un amigo... Aún no estoy listo para invitarla a salir.
-Harry, tuviste todo un mes para alistarte.
-Creo que le diré mañana... O esta semana.
-Más te vale.
-Hola clase.
-Hola.

Harry se sentó a mi lado y la clase más larga y aburrida sobre la Segunda Guerra Mundial, acabó después de una eterna hora.

-Por cierto Emma -dijo Harry al salir de la clase-. Aquel chico nuevo no es Derek?
-¿Derek... Mi primo?
-Si.
-No creo. Lo vi el día de mi cumpleaños y no me dijo nada de haberse cambiado de colegio.
-Ah... Pues no se -rió.

Nos separamos en medio del camino y miré mi horario. Matemáticas. Mierda. Mientras leía la clase en la que tocaba alguien chocó conmigo. Suspiré y sonreí forzadamente.

-¿Estas bien? -pregunté ayudándolo a recoger uno de los libros que se le había caído.
-Si, como lo siento, es que no logro dar con el salón de matemáticas.
-¿Estas en último año? -que pregunta más estúpida. Lo miré y sonreí, era lindo.
-Si.
-Oh vale, ven conmigo; también tengo matemáticas.
-Oh genial -sonrió.

Empezamos a caminar en silencio hacia la clase y al llegar nos sentamos en los puestos solos de la parte trasera de la clase.

-Dan Campbell -sonrió.
-Emma Williams.
-Lindo nombre.
-Gracias -sonreí.