→Capítulo XLIX

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Sonreí al separarme de él y seguimos bailando.
"Stay with me" sonaba y en la parte del coro vi como Louis besaba a Nadia. Fue incómodo ver eso pero tierno a la vez; ellos hacían una linda pareja. Miré hacia otra parte y la vista se volvió más incomoda aún, Liam besaba a Sophia. En ese momento sentí como una punzada atravesaba mi ser.
Poco después vi a un chico entrar con una champaña en la mano.

-Muchachos, es hora de un pequeño brindis -dijo el DJ poniéndole pausa a la música.
-Quiero brindar por nosotros -dijo Philip-, porque lo logramos después de hacer demasiados esfuerzos. Espero sean felices. Salud.

El lugar se llenó de "Wuuuu" y luego empezaron a repartir champaña. Me la tomé de un sólo sorbo, tenía sed.
Las horas pasaban y pasaban y había personas borrachas por todas partes. Yo había tomado, mucho, pero aún así estaba consciente de lo que hacía.
Me reía de cualquier idiotez que me decían y tenía unas ganas incontrolables de besar a Jeremy, otra vez. Me contuve y fui a comer algo.

-Bueno, creo que me voy -dije después de haber pasado casi media hora comiendo.
-¿Que? ¿Por que? -preguntó Jeremy.
-Estoy cansada y me duele la cabeza.
-Yo te acompaño.
-No es necesario -sonreí-. Pido un taxi y ya esta.
-Me estas jodiendo ¿cierto?
-No -reí.
-Dios. A la mierda, te acompaño.
-Pero...
-Nada, vamos.

Me despedí de todos y luego salí del colegio seguida de Jeremy. Entrelazó sus dedos con los míos y caminamos hacia la avenida. Paramos un taxi, nos subimos, le di las indicaciones al señor y manejó hacia mi casa. Al final Jeremy cambió de opinión y nos bajamos en un restaurante de comida rápida. Le pagó al taxista y salimos de allí. Entramos al restaurante aquel y pidió dos hamburguesas y dos coca-colas.

-¿Por que estamos aquí?
-No quiero que te maten si llegas así a tu casa.
-Pero no estoy borracha.
-Ya se, pero igual hueles mucho a alcohol.
-Ay... Comí mucho en el colegio, no tengo hambre. Estoy consciente ¿si?
-Lo se, pero quiero que te pase el dolor de cabeza.
-Ay vale, ya que.

Las hamburguesas no tardaron en llegar y empezamos a comer. Al terminar, Jeremy pagó y caminamos hasta mi casa que no estaba lejos. Volvió a entrelazar sus dedos con los míos y alentamos el paso.
Llegamos a mi casa cerca de las 3 am y abrí la puerta.

-Gracias por todo -sonreí.
-No hay de que.
-¿Vas a venir estos días?
-Quizá, no lo sé -sonrió.
-Bueno, igual sabes que estás siempre bienvenido.
-Si.
-Muero de sueño así que entraré.
-Vale Emma, descansa.
-Gracias, igual.
-Gracias -sonrió y luego besó mi mejilla.
-Adiós, cuídate.
-Adiós, tu igual -guiñó el ojo. 

Entré a mi casa y cerré la puerta. Puse seguro y subí a mi habitación. Me quité el vestido y me puse la pijama. Me dolían los pies por los tacones y me los cambié por unos crocs.
Fui al baño a lavarme la boca, salí, luego apague la luz de mi habitación y me acosté.
Los rayos del sol pegaron en mi cara y me volteé. En el momento en el que estuve consciente y abrí un poco mis ojos, mi cabeza retumbó como un tambor.
Me acordaba de todo lo que había pasado en la fiesta y también cuando Jeremy me había llevado a comer.
Lo bueno de todo ello, era que por fin estaba en vacaciones y también estaba graduada.
Mi mamá subió a los pocos minutos y me llamó a desayunar.

-Hola a todos -sonreí.
-Hola Emma.

Me senté en mi puesto usual y empecé a comer.

-Hija, hoy vamos a hacer un almuerzo por tu graduación.
-Oh, gracias -sonreí.
-Y... Ayer nos llamaron de la universidad de Alemania y nos dijeron que... Te esperan en septiembre para que inicies con ellos.
-¿Es en serio? -pregunté incrédula.
-Si -sonrió.
-Oh por Dios -me tapé la boca y sonreí.
-Nos dijeron que era bueno que estuvieras allí máximo dos meses para que te acostumbraras a las calles y al idioma y a esas cosas.
-¿Me puedo ir en agosto?
-Si -sonrió-. Mínimo que estés allí un mes.
-Ay gracias, gracias, gracias -me levanté y los abracé.

Había sigo la mejor noticia de toda la vida.
Al terminar de desayunar, deje la loza en la cocina y luego subí a mi habitación. Lo primero que hice fue decirles a Nadia y a Kelly, tal y como les había prometido.

«Me voy a Alemania en agosto.
»Oh por Dios.
«La mejor noticia del mundo.
»Me imagino -mandó Nadia.
»Oh que increíble -mandó Kelly-. Estoy muy feliz por ti.

Luego se lo conté a Harry y después a Molly.
La tarde llegó y con ella llegó mi almuerzo de graduación y mi familia. Bajé a recibirlos y quedé sorprendida al ver quien había asistido.

-Nate -sonreí y me acerqué a él.
-Hola enana -sonrió y me abrazó-. Felicidades.
-Gracias. No sabía que habías vuelto de Rusia.
-No quería felicitarte por medio de un teléfono -sonrió.
-¿Por que ahora si eres tierno?
-Siempre lo he sido.
-Si, en tu imaginación -reí.
-Con 18 y gracias a pero es la misma de siempre -rió y negó con la cabeza-. ¿Y en donde vas a estudiar?
-En una universidad de Alemania, no recuerdo el nombre.
-¿Te vas a Alemania?
-Si -sonreí.
-¿Cuando?
-En agosto.
-Que increíble.
-Lo se.
-¿Y que quieres estudiar?
-Adivina -sonreí.
-Mmm... Algo relacionado con las artes.
-Si... Pero ¿que exactamente?
-Mmm... ¿Dibujo?
-No.
-Entonces ¿fotografía?
-Bingo -sonreí.
-Oh, es una carrera increíble.
-Lo se.
-Un amigo ruso estudia fotografía y me ha enseñado algunas cosas -rió.
-Que bien.

Hablé con Nate casi toda la reunión, lo extrañaba mucho.
Aquella tarde pasó demasiado rápido y el lunes llegó.

-Hola Emma.
-Hola Jeremy ¿cómo estas?
-Muerto de calor ¿tu?
-Igual -reí.

Dejé pasar a Jeremy a mi casa y subimos a mi habitación. Claramente conectamos la consola de Play al televisor y jugamos FIFA.

-Jeremy, el otro día leí un tweet donde ponías que querías enamorar a alguien, ¿quien era? -pregunté.
-Nadie que tu conozcas -sonrió.
-Ah -reí.

Seguimos jugando FIFA y le gané. Hicimos la revancha y le volví a ganar.

-No, maldición.
-Debes aceptar tu derrota.
-Ja. Debo admitir que eres buena Emma, no me lo esperaba de ti.
-¿Por que nadie se espera eso de mi?
-No pareces de las que juegue FIFA -rió.
-Ay. 

Me miró muy fijamente a los ojos y yo le mantuve la mirada. Sonrió y negó con la cabeza.

-¿Que pasó?
-Nada -sonrió-. En serio. 
-Vale.

Cerca de las 8 pm Jeremy se fue, pero antes de que se subiera a su carro, depositó un corto beso en mis labios. Quedé en shock, no podía creerlo.
Subí a mi habitación y me quedé pensando en lo ocurrido anteriormente.

Toda esa semana Jeremy se la pasó en mi casa y, siempre que lo veía oportuno, me besaba. Estaba más que claro que estaba loca por él, empezaba a enamorarme poco a poco.

-Emma... ¿Recuerdas la pregunta que me hiciste hace unos días?
-¿Cual?
-La del tweet, que para quien iban dirigido.
-Ah si, ¿que pasa con eso.
-Si... Emmm... La chica a la que quería enamorar o bueno, que quiero enamorar es... A ti -sonrió.

Me quedé mirándolo con sorpresa, no podía creerlo.

They don't know about us - Tell me a lieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora