They don't know about us - Tell me a lie

→Capítulo XXXVII

-¿Por que hacen esa cara? -preguntó frunciendo el ceño.
-No sabes quien es Denisse ¿cierto? -pregunté.
-Si se, por eso le dije que nos ayudara. ¿Qué tiene de malo? He estado unos días con ella y me cae bien.
-Llevo toda mi vida aquí y ella era una de las "amigas" de Ashley.
-¿Quien es Ashley? -preguntó Kelly.
-Una zorra manipuladora vengativa que tenía a sus "amigas" o más bien sus seguidoras y todas ellas vestían igual. Ahora, creo que se junta con Sophia y no se si es igual de malo o peor.
-¿Tu que tienes contra Sophia? -preguntó Nadia.
-Ay... Todo comienza cuando éramos pequeñas...
-¿Se conocen desde siempre? -preguntó Kelly sorprendida.
-Si, creo que ya conté esta historia hace rato con ustedes presentes, pero se las volveré a decir.
-Oh, creo que lo recuerdo.
-Si, yo igual. Era algo así de que ella iba a tu casa o a la de Liam y te hacia la vida imposible.
-Si, exacto, nadie lo hubiera dicho mejor.
-Igual, no veo por que el odio hacia ella.
-¿Que no entiendes? ¿Qué todo esta pasando de nuevo porque se la pasa detrás de Liam tratando de llamar su atención? ¿O quizá la parte de que entró aquí para tener a Liam más cerca y así poder "fraternizar" con él y que el termine conmigo para que se vaya con ella? Entiende, ella quiere alejarme de Liam.
-¿Como tu a mi de Jeremy?
-¿Que? -preguntó Kelly confundida.
-Si, ¿que? -pregunté-. Ya habíamos dejado eso claro.
-Si, pero yo sólo te lo recuerdo. Es un ejemplo reciente que se puede usar para describir lo que te hace Sophia, digo yo.
-¿En que te convirtieron? -miré a Nadia a los ojos y ella levantó los hombros con indiferencia. Pasar un poco de tiempo con Denisse la había cambiado, a mal.
-Esperen, no entiendo nada -dijo Kelly-. ¿Que pasó?
-Nada -suspiré, me levanté de mi cama y salí de la habitación-. Por cierto, me salgo del plan ese -dije antes de cerrar la puerta.
-Ow Emma, perdón -dijo Harry al chocarse conmigo.
-No te preocupes.
-¿Esta todo bien?
-Si. Kelly está en la habitación por si la buscas -dije y caminé hacia el ascensor.
-Gracias -dijo él dubitativo.

Entré al ascensor y le mandé un mensaje a Liam.

«¿Dónde estas?
»En mi casa.
«Oh.
»¿Es importante?
«No, sólo quería verte. Es viernes y no tengo nada que hacer.
»¿No te ibas a ver con Kelly y ellas?
«Sólo eran Kelly y Nadia y ya terminamos la "reunión".
»Oh, pues si quieres ven para aquí.
«Me da pereza, pero si mañana sigues allí voy ¿vale?
»Va.

El día pasó y al final Liam volvió por la noche. Me fui a su habitación y me quedé a dormir con él.
Los días iban pasando y los exámenes finales iban llegando. El estrés nos consumía a todos lentamente.
En cuanto a Kelly y Nadia, me habían reemplazado por Denisse que, al parecer, era más divertida que yo.

-Oigan, ¿se pueden por favor callar?
-Emma, estamos en una conversación importante.
-Ay -cerré los libros, los cogí, me levanté de la cama y luego salí de la habitación.

Caminé por el pasillo hacia el ascensor, por un momento quise ir donde Liam, pero recordé que tenía demasiadas cosas que estudiar así que no quería molestar. Al bajar del ascensor fui a la cafetería e hice la pequeña fila que había para comprar.

-¿Por que tan sola? -rodeó mis hombros con su brazo.
-Me gusta estar sola... A veces -me recosté en su brazo.
-Y estas aquí sola porque...
-Tengo hambre -reí-. Bueno, sed.
-¿Y que quieres?
-Un té -reí.
-Vale -sacó su billetera.
-No, ¿que haces?
-Mmm... Saco mi billetera ¿que más crees que hago?
-Pero ¿para que la sacas?
-Para comprar comida. Y gastarte tu té.
-No es necesario Jeremy, yo lo compro.
-Lo siento, eso no me hará cambiar de opinión.
-Vale, entonces ya que -reí.

Compró una coca-cola con una rosquilla y mi té.

-Muchas gracias.
-De nada Emma -sonrió.

Nos sentamos en una mesa y abrí mi té.

-Y los libros ¿para que?
-Pues para estudiar -reí-. ¿Para que más crees?
-Ya se que son para estudiar -sonrió-, ¿para que los traes?
-Para estudiar, como te acabo de decir.
-¿Vas a estudiar aquí? -preguntó sorprendido.
-Si, bueno, eso espero ¿por que la sorpresa?
-Es la cafetería.
-Ya se, pero sino me dejan estudiar arriba ¿dónde más puedo estudiar?
-En cualquier lado, pero no aquí.
-Bueno si, pero igual quería algo de tomar.
-Ya -rió-. Por cierto ¿quien no te deja estudiar?
-Adivina.
-¿Siguen peleadas?
-Yo no diría peleadas... Más bien, estamos distanciadas, al fin y al cabo se la pasan mejor con Denisse, ¿que se le hace?
-¿Denisse?
-Si.
-¿Y ella que pinta ahí o que?
-Sabrán ellas -levanté los hombros.
-Esa chica es insoportable.
-Por fin alguien que está de mi lado -dije con emoción-, Nadia ya convenció a Kelly de que ella es "increíble".
-Tu eres más increíble que ella, la verdad.
-Ja -dije y negué con la cabeza-. Diles eso y te acuchillan.
-Lo digo porque eso creo, no para ir a decirles a ellas a ver si cambian de opinión.

No sabía que decir, lo único que hice fue sonreír y tomar té.

-¿Y que es lo que ibas a estudiar? -miró el libro.
-Matemáticas -dije fastidiada.
-¿Que tema? -cogió el libro.
-Los tres últimos -pasé la página hasta llegar al tema que era y luego le mostré los otros dos.
-Uh, eso es fácil.
-Que va, es demasiado complicado.
-Yo lo entiendo, si quieres te explico.
-Por favor.
-Vale, pero no aquí.

Terminó de comerse la rosquilla, se terminó la gaseosa y salimos de la cafetería. Lo seguí hasta el campo de fútbol, donde había unos cuantos chicos jugando fútbol.

-¿Vamos a estudiar aquí?
-No, allí -señaló un lugar detrás del edificio de los salones de clase donde nadie iba.

Caminamos hacia allí, nos sentamos en el pasto y me empezó a explicar de la mejor manera posible.
Horas después del arduo estudio, todo estaba más claro en mi cabeza.

-Gracias Jeremy -sonreí.
-¿Si entendiste?
-Si, ahora todo esta más claro. En serio, muchas gracias.
-No hay de que -sonrió y me miró a los ojos.

El silencio reinó en el lugar, lo único que se escuchaba eran los gritos de los que estaban jugando fútbol y algunos pájaros que estaban por allí.
Los ojos de Jeremy me enloquecieron, eran hermosos, jamás los había mirado por tanto tiempo; eran de color café claro y sus pestañas eran largas.
Se acercó lentamente a mi y puso su mano en mi mejilla. Pasó de mirar mis ojos, a mirar mis labios y luego sonrió.
Sentí el roce de sus labios en los míos y me llegó una notificación al igual que a él, seguida de varias más.