They don't know about us - Tell me a lie

→Capitulo X

Me desperté sola en la cama, me senté y vi la foto en la mesita de noche de Liam. La cogí y sonreí; definitivamente Scarlett había tomado la foto en el momento perfecto.

La puerta se abrió y Liam entró con una bandeja en sus manos.

-Buenos días -dijo sonriente.
-Hola -le devolví la sonrisa y deje la foto en su lugar inicial.
-¿Cómo dormiste?
-Bien ¿tu?
-Muy bien -se sentó a mi lado, puso la bandeja en medio de nosotros y empezamos a comer.
-Esta delicioso -sonreí.
-Gracias.
-Vi que pusiste nuestra foto en tu mesita de noche.
-Si, ¿como no ponerla? Ahora es una de mis favoritas. ¿Quien la tomó?
-Mi hermana -sonreí.
-Que increíble -cogió el portarretratos y miró la foto sonriente.
-Si -puse mi cabeza en su hombro.
-Perdóname por el comportamiento que tuve esta madrugada.
-No te preocupes -sonreí-, deja que el pasado se quede en el pasado.
-Vale -besó mi mejilla.

Terminamos de desayunar y Liam bajó la bandeja a la cocina.

-Alístate, tengo una sorpresa para ti.
-¿En serio? -pregunté sorprendida.
-Si -sonrió-. Más vale que te muevas.
-Voy -reí.

Me levanté de la cama, saqué unas cuantas cosas de mi maleta y entré al baño. No me demoré demasiado ya que Liam no paraba de golpear la puerta diciendo:

-Apúrate, se nos hace tarde.

Salí del baño y me vestí lo más rápido que pude.

-¿Lista?
-Si -dije al abrir la puerta.
-Vamos -entrelazó sus dedos con los míos, bajamos las escaleras, salimos de la casa, entramos al carro y arrancamos. Al llegar, estacionamos en un parqueadero, Liam se bajó, sacó una maleta del puesto de atrás y luego bajé yo.

No tenía idea de donde estábamos, hasta que nos adentramos más al lugar y vi un lago congelado y unas cuantas parejas patinando sobre él.

-Sorpresa -dijo sonriente.
-Wow.
-Felices seis meses -sonrió orgulloso.
-Gracias -besé sus labios.
-Te lo mereces.
-Espera... No tengo patines.

Él sonrió, negó con la cabeza y luego señaló la maleta que tenía en el hombro.

-¿Los tienes ahí?
-Si.
-Lo tienes todo listo ¿eh?
-Me gusta ser prevenido -alzó los hombros y sonrió.

Nos sentamos en la nieve y nos pusimos los patines.

-¿De quién son estos? -señalé los que me estaba poniendo.
-Tuyos.
-¿Eh?
-Si, te compré unos.
-Muchas gracias -sonreí y besé la comisura de sus labios-. ¿Alguna sorpresa más?
-No, que yo sepa -rió.

Poco después Liam me ayudaba a mantenerme en pie y no resbalarme inútilmente. Aunque suene extraño, jamás había patinado sobre hielo antes, de hecho, era una de las metas que quería cumplir y Liam me había ayudado a hacerlo.

Después de unos minutos, logré mantenerme equilibrada.

-¿Ves? Ya lo haces sola -sonrió.

Lo miré a los ojos y sonreí.

-¿Por que me miras así? -se acercó a mi.
-Porque aún me pregunto... ¿Por que yo? Habiendo miles de chicas en el mundo.
-Emma -sonrió y bajó la vista-. Eres diferente a todas las chicas que he conocido -juntó su frente con la mía.
-Diferente... ¿En cuanto a que?
-Todo -rió leve-. Ya te lo he dicho más de mil veces.
-Ya lo se y cuando lo dices me haces sentir la chica con más suerte en el mundo.
-Y tu me haces sentir el chico más afortunado del mundo.

Sonreí, era inevitable no hacerlo, y besé sus labios. Él posó sus manos en mi cintura haciendo que me acercara más a él. Enredé mis dedos en su cabello y lo besé hasta que la respiración no daba más.