Mi Pequeña. Marco Reus (Terminada)

Capítulo 4. See You Again

Marianne

Y aquí estaba yo, de vuelta en la fría ciudad de Dortmund para el verdadero clásico del fútbol alemán.

Esta vez había traído a todo mi equipo conmigo, camarógrafo, productor, maquillistas, estilistas, todo, ¡Era una gran transmisión así que todo tenía que ser perfecto!

Mañana sería tan importante partido así que me encontraba en mi hotel revisando todos los datos importantes, las alineaciones, partidos previos, análisis de los jugadores destacados, el campo, los fans, habían muchas cosas que analizar, para mi no era tan difícil ya que si bien amaba el Bayern Múnich gran parte de mi trabajo se basaba en cubrir la Bundesliga así que debía estar al tanto de todo.

Cuando terminé ya eran las 7pm así que decidí hacer un poco de turismo nocturno. Había estado aquí cientos de veces así que fui al Starbucks más cercano, ¡Amo el café!

Decidí dar un paseo por las calles, iba caminando tranquilamente cuando un auto se detiene a mi lado, por un momento pensé en correr pero luego bajaron el vidrio y ahí pude ver su hermosa sonrisa...

—¿No te dijeron tus padres que es muy tarde para andar por una ciudad desconocida sola?—dijo él sonriendo.

—¿Y no te dijeron tus padres que andar espantando a las señoritas que pasean solas por ciudades desconocidas no era buena idea?—dije sonriendo.

—Touché Mrs.Carter, en ese caso, déjeme disculparme invitándola a comer algo.—dijo él con su hermosa sonrisa de hoyuelos, ¿Cómo decirle que no a él?

—¿No cree que es malo que nos vean juntos?—dije viendo a ambos lados de la calle.

—Me refería a comer en mi casa, puedo cocinar algo.

—¿Ese es el secreto que esconde Marco Reus?—dije impresionada y algo burlista.

—Pues si quieres puedes ir descubriendo uno a uno.—dijo coqueto—¿Qué dices? Así te pago por dejarme tan bien ante las cámaras.

—No tienes que pagarme nada Marco y si, acepto, ¡Pero luego deberás llevarme a mi hotel!—dije señalándolo con un dedo.

—Sus deseos son ordenes princesa.—él se bajo de su auto, tomó mi mano y me llevó hasta la puerta del copiloto, me abrió la puerta y me ayudó a entrar.

—Gracias.—dije ruborizándome.

—No es nada Marianne.—dijo él cuando ya había entrado al auto.

—¡Oh! ¡Esa canción me encanta!—era Just a Dream by Nelly, Marco sonrió y empezamos a cantarla juntos...

I was thinkin about you, thinkin about me
Thinkin about us, what we gonna be?
Open my eyes
It was only just a dream

—¡Cantas muy bien Marco!—dije impresionada.

—Tú cantas mejor aún...

Luego en la emisora empezó a sonar una canción en español, claro que sabía cuál era por lo que empecé a cantar.

Quién es ese hombre,
Que me mira y me desnuda,
Una fiera inquieta
que me da mil vueltas y me hace temblar
pero me hace sentir mujer
Nadie me lo quita,
Siempre seré yo su dueña,
Por la que no duerme
Por la que se muere
Por la que respira
Yo soy su mujer

Canté en un perfecto español mientras Marco me veía embelesado.

—¿Quieres volverme loco mujer? Eres asombrosa Marianne, asombrosa.—dijo con una hermosa sonrisa que yo le correspondí.