Marianne
Habían pasado tres meses, tres meses sin saber de Marco, sabía que me estaba dando mi tiempo, pero lo extrañaba, extrañaba oír sus mensajes, sus te amo, extrañaba su forma de hacerme el amor.
La Copa América había pasado y gracias a mi excelente trabajo me habían llegado propuestas de los mejores canales deportivos del mundo, no acepté ninguna pero tampoco las rechacé, estaba feliz porque conocí personas increíbles y que no olvidaré, jugadores, fans, periodistas, era una fiesta latina y estaba orgullosa por haber pertenecido a ella, y si, de alguna forma había logrado sacarme a Marco de la mente, pero no del corazón, lo extrañaba mucho.
Por otra parte, Pedro había estado meloso en su máxima expresión y yo, al estar al frente de las cámaras debía seguirle el juego, pero no me sentía nada bien con ello, sabía que Marco vería esas cosas y espero que no piense que ya le olvidé, ahora, llevaba una semana mintiéndole a Pedro diciéndole que me había llegado el periodo porque estaba loco por tener sexo y no, no y no, cada día me convencía más de que debía alejarme de Pedro, pero no sabía cómo hacerlo.
Hace dos semanas lo vi coqueteando con una chica y justo cuando le reclamé me tomó por la muñeca y me estampó contra una pared antes de decirme que eso no era asunto mío, minutos después si disculpó pero no le creí nada.
Estaba vagando por la ciudad cuando veo un gran cartel que dice:
¿Quieres cambiar tu vida? Ven al seminario del doctor Anselmo, él te ayudará con todos tus problemas.
Sinceramente no lo creía, pero entré al teatro, pedí una entrada y entré al lugar, al llegar a la sala me di cuenta que el tal doctor Anselmo debía ser bueno, de lo contrario, la sala no estaría tan llena, me senté y unos 15 minutos después llegó el doctor, era un señor de unos 60 años, de esos que te transmiten confianza y mucha sabiduría.
Él doctor empezó a dar su seminario, habló sobre autoestima, poder, motivación, me gustaba, pero no sentí que nada de eso pudiera ayudarme y justo cuando iba a irme...
—Ahora quiero hablar sobre el amor, el amor, ese que parece tan simple, pero como jode ¿No?, con el amor es todo distinto, cada amante, cada relación, ninguno es igual y no pretendo dármelas de experto en cuestiones del amor, ser viejo no me hace sabio, pero si puedo hablar por mis propias experiencias y es que muchas personas llegan a mi consultorio y me dicen: lo amo, pero no.—hizo una breve pausa y luego continuó—¿Cómo que no? Si amas a alguien, debes luchar sin importar qué, no importa cuán duro la pases o a que tengas que enfrentarte, si el amor es real, siempre se puede luchar por él...¿Qué importan los demás?
—En la vida siempre estamos buscando poner la felicidad de los otros por encima de las nuestra, y esta es una gran virtud, pero la verdad es que a veces debemos ser egoístas, pensar primero en nuestra felicidad, porque si no, ¿Quién será infeliz, tú o la otra persona?, o mejor dicho, ambos. Un día conocí a una extraordinaria mujer, la mujer de mi vida y la deje ir, la deje ir por el miedo, uno que me dominó de tal forma que deje ir a lo mejor que me había pasado, porque estaba aterrorizado de dejar todo por ella, de que no me correspondiera de la misma forma, de la opinión de los otros y no señores, la opinión de los demás no importa cuando tu eres feliz. Debemos centrarnos en buscar nuestra felicidad, cuando el miedo nos domina, nuestra mente está presa. Tenemos que arriesgarnos por lo que queremos y al final, si no sale bien, no sale bien pero al menos lo intentaste. No hay nada peor que vivir con el "Si yo hubiera", créanme, no hay nada que te mate más que eso, han pasado casi 40 años desde el día en que la perdí y aún me lo pregunto. Es mejor arriesgarse e intentarlo, que no arriesgarse y añorarlo...
"No pierdan su vida pensando en cómo esta hubiera sido, inviertan su vida construyendo el que será"
Todos nos levantamos y le aplaudimos, incluso solté un par de lágrimas, todo lo que había dicho me había tocado profundamente y es que yo no quiero pensar en el hubiera, no con Marco.
No quiero que sea "él que fue"...Quiero que sea él que fue, es y será.
Llegue a casa sintiéndome mucho mejor. ¿Y qué es lo primero que veo al encender la televisión? ¡Una entrevista de Marco!
—Y...¿Hay una chica especial en tu vida?
—La hay, y no es especial, es mucho más que eso, la amo, la amo completamente, es la mujer más perfecta que he conocido, me hace reír, me hace suspirar, me hace enojar, está loca y aun así la amo, siento una loca necesidad de protegerla de todo aquello que le pueda hacer daño, es mi pequeña, mi pequeña venezolana, la amo...estoy realmente enamorado.
—¿Y piensas ponerle un anillo pronto?
—Tan pronto cuando ella vuelva a mi lado...
—¡Dios mío! ¡Lo amo!—solté unas lágrimas, no necesité más para estar segura de mi decisión: quería a Marco e iba a luchar por él, ya no importaba nada, solo él y yo.
En ese momento llegó un mensaje de Marco:
Te amo mi pequeña, te amo...
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¡Y eso ha sido todo por hoy chicas! ¡Espero les guste! ¡Lo siento si es algo corto pero trato de hacer lo mejor que puedo! ¡Nuevamente gracias por todos sus votos y comentarios, espero sigan llenándome de pequeñas sonrisas, nunca creí que esto pasaría!
¡Muchas gracias por darle tanto amor a esta novela!
Paty
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Mi Pequeña. Marco Reus (Terminada)
FanfictionMarco Reus conoció a su pequeña por casualidad. De un momento a otro paso de increíblemente amargado a increíblemente feliz, nunca se imaginó que esa periodista, esa hermosa mujer pudiera robarle el corazón de ese modo. Sólo una mirada basto para qu...