Mi Pequeña. Marco Reus (Terminada)

Capítulo 31. From bad...to worst

Marco

Para la 1pm ya me encontraba entrando al campo de entrenamiento, saludé a algunas personas que forman parte del equipo.

—Entrenador ¿La sesión de hoy está cancelada?—dijo uno de ellos.

—No, no lo está. Tengan todo listo para las 3pm, eso sí, no quiero nada de público.

—Como usted ordene entrenador.

—Muchas gracias.

Cuando llegué al vestuario ya estaban todos los chicos allí, riendo, charlando o jugando al FIFA.

—Buenas Tardes.—la sonrisa de todos se evaporó al verme llegar, sé fuerte Marco fue lo único que pensé—Siéntense por favor.

—No estás en condición de pedirnos nada.—dijo Max molesto.

—Si tienes razón, no estoy en condición de pedirles nada, sólo vine aquí a pedirles perdón.—todos y cada uno de ellos me miraron, cada uno de ellos con diferente expresión en su rostro.—Y si puede que no me crean nada, pero lo siento, porque yo metí la pata, la pierna y el cuerpo entero. Yo dañé esto para todos ustedes, pero sobre todo, para mí. Porque yo traicioné su confianza, en especial la de Max.—dije viéndolo fijamente—No vendré con excusas ni me justificaré porque eso no viene al caso y no tiene sentido pero si les pido perdón, yo los quiero chicos y cada uno de ustedes me importan y me equivoqué y si quieren pueden reprochármelo mil veces, pero yo sólo quiero lo mejor para ustedes y si eso significa dejar el equipo pues lo hago.

—Entrenador—dijo Ballack.

—Déjenme terminar ¿Sí?—él asintió y yo continué—No quiero que desperdicien todo lo que han construido, tan lejos a lo que han llegado, este campeonato es suyo muchachos y no lo pueden perder y digo suyos, porque este equipo no lo formé yo, ustedes lo crearon y ustedes juegan y dan todo en el campo, yo...yo de verdad me siento bien aquí, me siento vivo...y ahora mismo me quité todos los privilegios que tenía y no saben cuanto lo siento, pero por favor, sólo salgan al campo y den lo mejor de ustedes, no me perdonaría el saber que estuvieron tan cerca y no lo lograron por mí, sólo soy un hombre, una persona, ustedes son 23, pueden ganar porque yo creo en ustedes y todos lo hacemos, y sé que ustedes creen en sí mismos y que nadie.—dije viendo a Max—les diga lo contrario.—No me queda más que darles las gracias por todos los hermosos y locos momentos que me han hecho vivir—dije volviendo a llorar, bajé la cabeza por un momento y luego miré a cada uno de ellos—Especialmente a ti Max, tu eres como mi hijo y yo te traicioné, al final, los dos salimos heridos y si a todos les pido perdón, pues a ti te lo pido aún más, tu eres nuestro capitán, nuestro goleador y no sería lo mismo si no estás aquí, pero no dejaré que te vayas, me iré yo.

—¿Entonces, te vas a rendir así de fácil?—dijo Mike Ballack.

—No me estoy rindiendo, estoy dando un paso al costado, ustedes no me quieren aquí y yo lo entiendo, les deseo lo mejor, denlo todo porque sé que ganarán, yo confío en ustedes chicos, lo lograrán, porque créanme, nadie ha perdido más aquí que yo, perdí a mi familia, a mi esposa, a mis niñas y a mi equipo...pero ustedes triunfarán, háganlo por ustedes, no por mí ni por nadie más.

—¿Y quién te dijo que queremos que te vayas?—dijo Max, me volteé y lo miré.

—Entrenador Marco, no sería lo mismo sin usted, estábamos molestos pero sus disculpas son sinceras.—dijo Jim.

—Un equipo no es de 11, es de 12.—dijo Michael—Yo no sé ustedes chicos, pero yo quiero que Marco se quede ¡Todos cometemos errores hombre! ¡Aquí el único que debe perdonarle es Max! Porque si, nos duelen ambos pero eso es de ellos ¡No podemos permitir que nos afecte! ¡Marco es el mejor entrenador que hemos tenido y no queremos ni necesitamos otro! ¿O sí?