Mi Pequeña. Marco Reus (Terminada)

Capítulo 40. The Goodbye

Marco

Había pasado una semana desde que mi pequeña despertó, sus padres y mi madre habían venido a visitarla, también le avisé a sus amigos pero ellos decidieron darle espacio a Marianne por lo que vendrían cuando se sintiera un poco mejor y es que ella no estaba bien, no estaba nada bien, porque a pesar de que sonreía sus ojitos estaban apagados, a veces la veía llorando y temblando en el sofá, no habíamos hablado, pero sabía que tarde o temprano tendríamos que hacerlo...

Ahora me encontraba viéndola dormir, era tan hermosa, la más bella, la más hermosa y estaba feliz por tenerla a mi lado, pero también estaba preocupado, preocupado porque un día se fuera a dormir y no despertara...me daba miedo, me daba miedo todo...

—Marco ¿Será que te puedes dormir?—dijo ella de espaldas a mí y yo la abracé para dejar un beso en su cuello.

—No sabía que estabas despierta.

—Marco, deja de torturarte, estoy bien, no me iré a ninguna parte.—dijo tomando mi mano.

—Tú no estás bien, Marianne, no me mientas.—ella se volteó y quedó frente a mi, vi que estaba llorando y eso me partió el corazón. 

—¿Y qué quieres que te diga? ¿Qué cada noche recuerdo ese momento, en el que encendió el fósforo y decidió acabar con todo? ¿Qué ese hombre no sólo quería matarme si no a ti y a las niñas? ¿Qué el mejor compañero de trabajo del mundo murió por mi? ¿Qué siempre viviré con este miedo en mi pecho? ¿Qué todo dentro de mí me dice que debo perdonarte pero que mi corazón no está listo ahora? ¿Qué nunca podré olvidar todo lo que pasó en esas casi 3 semanas?

—Marianne...

—Estoy cansada de tanto sufrir, Marco yo...yo necesito tiempo. Tiempo para darme cuenta de si esto es lo que quiero para mi vida, si realmente puedo dejar todo atrás y seguir contigo sin estar pensando en ella, en lo mucho que me hizo daño, necesito reconstruir mi vida y necesito recuperarme...sin ti a mi lado.

—Marianne, pequeña, no me hagas esto, no me pidas que me aleje de ti, sé que te hice mucho daño mi amor, pero yo te amo, te adoro y haría cualquier cosa por ti menos esto, necesito estar a tu lado, quiero estarlo.—dije abrazándola aún más fuerte, no quiero irme, no quiero hacerlo.

—Si me amas debes comprenderlo Marco, no será por mucho tiempo, sólo necesito estar sola, recuperar mi vida, con mis niñas y tratar de salir adelante y cuando esté lista para recibirte nuevamente en mi vida y si de aquí allá tú quieres estarlo, podremos intentarlo nuevamente.

—Yo siempre querré estar en tu vida mi amor, siempre, sé que me equivoqué, probablemente el peor error de mi vida, pero yo te amo y no tengo formas de decirte cuanto lo siento, pero me cansaré de buscarlas de ser necesario porque yo te amo y te adoro y...—respiré profundamente—Si tu quieres este tiempo yo te lo daré, siempre querré lo mejor para ti, lo siento, siento todo lo que te hice pasar, pero te amo, te amo y quiero que lo recuerdes siempre.—dije dando un beso en su mejilla—Me iré, pero siempre te tendré presente, a ti y a las niñas, y pagaré todo lo que necesites, contrataré al mejor psicólogo del país, porque quiero que trates con esto.

—Marco.—dijo ella quejándose.

—Marianne, esto es serio, estás muy mal, te conseguiré a alguien, no es porque estés loca cariño, es por tu bien...si no, no me iré.

—Marcooo.—dijo haciendo pucheros.

—Ya sé que quieres que me largue princesa.—dije riendo mientras acariciaba su cabello.

—Eso no es cierto, es sólo que necesito tiempo, no quiero que te lo tomes a mal.

—No, nada más me estás sacando de mi casa.—dije irónico y luego respiré, no pelearía por esto.—Mi amor por favor, hazlo por las niñas.