*Este capítulo tiene escenas que no son recomendables para menores de 18 años, si lo leen queda bajo su responsabilidad*
Marianne
Estaba muy feliz, mi querido Pablo me había dado una semana de vacaciones y no podía esperar. Tenía que aprovecharlas porque justo después venía la Copa América y el trabajo que se venía era enorme, pero no debía preocuparme por eso ahora, sólo enfocarme en disfrutar mi tiempo libre.
A Pedro le cabreó mucho que no le dieran la semana a él también, pero lo necesitaban en el canal así que no podía moverse de allí, eso sin duda me dio algo de paz ya que necesitaba un tiempo para mí y para estar sola, no le dije a nadie a donde iría, solo a Nani, y eso fue en caso de que algo pasara, dejé mi teléfono en casa y solo me llevé lo necesario, horas después me encontraba en Florencia, en la hermosa Toscana.
Tomé el auto que renté y fui hasta la cabaña que había alquilado por internet, esta estaba ubicada en lo alto de una colina, lo que me permitía ver los amplios y hermosos viñedos, era preciosa y valía cada centavo que había pagado por ella, además que tenía un jacuzzi increíble el cual me moría por probar.
Al llegar decidí darme un baño en la cómoda y única habitación que había, al finalizar me puse un camisón de seda y luego, en completo silencio, me acosté en la cama para descansar un poco, lo necesitaba después de todo lo que estaba pasando en mi vida, estaba cansada de tantas cámaras, tanta prensa, tanto Pedro...tanto Marco.
Marco, siempre pensaba en él, lo extrañaba tanto, hacía un mes que se había marchado de Buenos Aires dejándome completamente loca, cada pequeño momento que pasaba con él era memorable y cada día estaba más segura de qué camino debía tomar, pero era complicado, muy complicado, una parte de mi me decía que debía hacer lo correcto y otra que debía arriesgarme, por primera vez, a encontrar el verdadero amor.
Sin embargo, me obligué a no pensar más, así que decidí tomar una siesta, ya por la noche podría probar el jacuzzi y, con suerte, olvidarme un poquito de todo.
Marco
Había tratado de comunicarme con Marianne todo el día pero nada, no podía dar con ella, no podía negar que estaba preocupado ¿Y si había sucedido algo con Pedro? ¿Y si estaba en peligro?
A ver Marco, cálmate, cálmate, piensa ¿A quién podrías llamar?
De inmediato Nani vino a su cerebro, la mejor amiga de Marianne debía saber dónde estaba ¿No? No perdí un segundo más antes de marcar su número.
—¿Hola?—se oía una voz adormilada.
—Hola Nani, soy Marco Reus.—dijo algo nervioso—Siento llamarte a estas horas pero llevo horas tratando de comunicarme con Marianne, no me responde y estoy muy preocupado ¿De casualidad sabes donde está?
—Marianne se fue de vacaciones por una semana...
—Ah, vale.—Marco se extrañó, ¿Por qué no le había dicho?—¿Está con Pedro?
—No, él está aquí en Buenos Aires.
—Nani, ¿Podrías decirme donde está ella? Necesito verla, necesito hablar con ella, por favor.—dije desesperado, necesitaba encontrarla.
—Lo siento Marco, pero no puedo decírtelo, me dijo que no le dijera a nadie, quiere estar sola.
—Nani tú no puedes a hacerme esto, necesito encontrarla, necesito estar con ella...quiero estar ahí para ella—dije algo desesperado, ¿Por qué se había ido sin decirme nada?
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Mi Pequeña. Marco Reus (Terminada)
FanfictionMarco Reus conoció a su pequeña por casualidad. De un momento a otro paso de increíblemente amargado a increíblemente feliz, nunca se imaginó que esa periodista, esa hermosa mujer pudiera robarle el corazón de ese modo. Sólo una mirada basto para qu...