Mi Pequeña. Marco Reus (Terminada)

Capítulo 43. Everything would be fine

Marianne

Esa noche fue sencillamente increíble, algo casi indescriptible, estaba con el amor de mi vida,  ya no habrían peleas (o al menos no como esta) ni distancia que nos pudiera separar, sinceramente me siento como en una nube, nunca en mi vida me había sentido tan feliz y relajada como ahora, Marco es todo lo que siempre quise y saber que no habrá nada que impida nuestra felicidad es sensacional.

—¿En qué piensa la mujer más hermosa del mundo?—dijo Marco dando besitos en mi cuello mientras acariciaba mi cintura. Sonreí como nunca, no sabía ni qué hora era pero estaba tan feliz que ni siquiera me importaba.

—En que te amo con locura.—dije sonriendo aun más antes de fijar mi vista en él, este hombre era hermoso, esos ojos claros que me volvían loca, esa sonrisa torcida que hacía que me lo quisiera comer a besos, ese cabello que tanto me encantaba acariciar y aún así, no sólo lo quería por eso, lo quería porque era cariñoso, divertido, un increíble padre, esposo, profesional y lo amo cada día más porque lo veo y me quedo como una tonta enamorada y quizás no es un cuento de hadas, pero para mí es lo más parecido, después de todo, ya derrotamos a la bruja.

—También te amo como un loco mi pequeña.—dijo besándome y ¡Dios! ¡Sus labios sabían a gloria!—Te adoro y, a pesar de mis esperanzas, jamás pensé que te tendría de vuelta, realmente lo hice mal cariño.

—Ya Marco, ya olvídate de eso, olvídate de todo, yo te perdoné y es lo que importa.—dije besando su rostro y su cuello—Te adoro mi vida, vamos a olvidarnos del mundo por un ratico ¿Sí?—me subí encima de él provocando que nuestros cuerpos se rozaran y ambos gemimos—Sólo déjame complacerte.—di besos en su cuello...

—No me podré controlar, Marianne Reus.—dijo Marco rozando su delicioso pene contra mí.

—No quiero que lo hagas.—lo besé y ambos perdimos el control...

-----------------------------------------------------------------------------------

—Te adoro mi pequeña, te adoro como nadie.—dijo Marco dando besos en mi cuello—¿O debería decir...los amo?—acarició mi pancita y reí.

—Que no estoy embarazada.—reí.

—Oh sí, claro que si lo estás, preciosura.—me besó—No te conviene apostar contra mí.

—¿Ah, sí?—me volteé y lo miré—¿Cuánto apostamos?

—Umm no lo sé ¿Qué tal nuestras próximas vacaciones?. Si yo gano, nos vamos a Ibiza...

—Y si yo gano...nos vamos a EuroDisney.—sabía lo mucho que las niñas querían ir y no quería tomar un vuelo tan pesado a USA.

—¡Nena! ¿EuroDisney? ¿En serio?—dijo haciendo pucheros pero después sonrió—Igual no iremos porque ganaré.

—Pues les diré a Catalina y a Destiny que papá no las quiere llevar...

—A ellas nunca les diría que no.

—¿Aún cuando te pregunten sobre el sexo y los chicos?—Marco se molestó.

—Ahí les diré: ¡Claro que no!

—Posesivo.—besé sus labios y sonrió.

—Son mis niñas, podrán tener 80 años y siempre lo serán...y tú siempre serás mi pequeña pero sexy y ardiente mujer.

—Me encanta serlo, precioso...aunque tengo hambre.

—Ya mismo me pongo a ello.—se levantó de la cama dejándome ver su trasero en todo su esplendor.