Capítulo III
LA PROFECÍA
Eduardo despertó. Abrió poco a poco los ojos, viendo oscuridad. Se levantó y observó todo a su alrededor. No había nada. Tan solo estaba rodeado de la más absoluta oscuridad:
- ¿Hola?- dijo, hablando a la nada.
Sólo obtuvo el silencio como respuesta.
- ¿Hay alguien ahí?- preguntó de nuevo, sin contestación.
Tras el eco de sus palabras sin respuesta en el vacío infinito, llegó a pensar lo más lógico que le vino a la cabeza. Bajó la cabeza con pesar, diciendo:
- ¿Estoy... muerto?
Cuando pensó que había perdido toda esperanza, de repente habló una voz de la nada:
- Eduardo...
El joven levantó rápidamente la cabeza, sorprendido. Se giró y buscó en todas direcciones a su alrededor al emisor que le hablaba:
- ¿Quién eres?
- Mejor dicho... ¿Quién eres tú? ¿Te lo has preguntado alguna vez?
El joven, confuso y perplejo a la vez, preguntó:
- ¿Qué quieres decir?
- A veces, lo que creemos ser realmente... no es verdad.
- No te entiendo- respondió el chico.
La voz explicó serena y tranquilamente:
- Imagina que toda tu vida, tus recuerdos, tus amigos, tus sentimientos... Todo lo que has hecho hasta ahora... sea mentira... Que todo lo que hayas vivido pertenezca a otra persona... ¿Cómo te sentirías?
Aquella pregunta pilló por sorpresa al joven, que no entendía adónde quería ir a parar la misteriosa voz:
- ¿Qué estás insinuando?
- Vaya. Todavía no sabes quién eres...
El chico gritó, furioso:
- ¡Sé quién soy! ¡Soy Eduardo y vivo en Eleanor!
- ¿De veras? ¿Podrías decirme el nombre de tus padres?
- ¡Mis padres se llaman...!
De repente, Eduardo se quedó mudo. No pudo terminar de completar la frase. Se quedó pálido al comprobar que no los recordaba. Sus rostros y sus voces desaparecieron inexplicablemente de su memoria:
- ¿Qué te pasa? ¿No te acuerdas de tus padres?- dijo la voz, irónicamente- Como lo suponía. Esto demuestra que eres un ser incompleto, además de un logrado impostor que no sabe lo que conlleva su existencia.
- ¡Cállate! ¡No sabes nada de mí!- gritó Eduardo, furioso.
- Todavía eres un niño inocente que no conoce la triste y cruda realidad- en ese momento la voz empezó a desaparecer, alejándose- Tranquilo, lo sabrás en su debido momento.
- ¡Espera, no te vayas, por favor...!- exclamó el chico, que echó a correr en medio de la oscuridad.
Las últimas palabras de la misteriosa voz fueron:
- Nunca debiste haber existido.
- ¡No te vayas! ¡No te vayas! ¡No...!
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Final Fantasy: Memories of a Promise
FanficTodas las promesas empiezan. Todas las promesas acaban. Solo una vive para siempre en el recuerdo. En un lejano lugar más allá de la imaginación, existe un mundo llamado Limaria: un planeta poblado por personas y criaturas mágicas. Un hermoso cosmos...