Capítulo 48: Eduardo vs Magno

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Capítulo XLVIII

EDUARDO VS MAGNO

Jack y los demás seguían corriendo y atravesando los pasillos y escaleras hacia lo más profundo del corazón de las tinieblas, con Ray encabezando la marcha. Los oscuros pasillos y pasadizos iluminados únicamente con antorchas a ambos lados de las paredes eran cada vez más tétricos y siniestros, y denotaban que poco a poco se aproximaban a Derriper:

- ¿Estás seguro de que vamos bien, Ray?- preguntó el mago, mientras corrían.

- ¡Sí, esta zona de la base ya me resulta más familiar!- respondió el chico de negro, muy seguro de sus palabras.

El resto del grupo intuyó que tenía razón, ya que a partir de ese momento no se encontraron con más callejones sin salida. A partir de entonces ya parecían ir por buen camino, y confiaban en que Ray los guiaría hasta su más poderoso enemigo: el dios oscuro Derriper.


No tardaron en llegar a otra enorme y amplia sala, muy similar e igual de grande a la que Erika y Helio tuvieron su combate a muerte. Nada más atravesar el umbral de entrada de la misma, el grupo entero imaginaba que en aquella estancia tendría lugar la segunda prueba:

- ¡¡Por allí!!- indicó Ray- ¡¡El camino sigue al otro lado!!

En efecto, al otro lado de la sala a muchísimos metros de distancia, se encontraba la entrada a otro pasillo oscuro. Al igual que la vez anterior, era el único camino posible para avanzar:

- ¡¡Rápido, corred!!- exclamó Jack.

Él y los demás retomaron la macha corriendo hacia su objetivo. Sin embargo, y tal y como temían, sus peores temores se confirmaron al llegar a la mitad de la sala. De nuevo ambas entradas se cerraron con grandes puertas metálicas y blindadas, que bloquearon el paso y los hizo detenerse en seco, sorprendidos:

- ¡¡Oh no!!- exclamó Cristal, molesta- ¡¡Otra vez encerrados!!


En ese momento se sorprendieron, al oír de nuevo una voz resonando en todos y cada uno de los rincones de la sala. Desenfundaron sus armas y se pusieron en guardia mientras la nueva voz, más seria y seca, pronunciaba:

- Estúpido Helio...Incluso él ha caído- comentaba la nueva voz, con tono de indiferencia- No esperaba que pudierais derrotarlo. Sin duda, su demencia y obsesiva locura han sido lo que lo han llevado a la muerte.

Se trataba de una voz que Jack y los dos jóvenes recordaban vagamente, pero los tres estaban seguros de haberla oído antes. Tal y como esperaban, un agujero oscuro apareció de la nada a muchos metros de distancia frente a ellos. De la brecha oscura surgió una nueva figura humana vestida de negro y encapuchada:

- ¿Quién eres?- preguntó Eduardo, seriamente y sin bajar la guardia.

El desconocido de negro esperó a que desapareciera el agujero oscuro a sus espaldas, y luego se quitó con una de sus manos la capucha de su cabeza, dejando el rostro al descubierto.

Jack, Eduardo y Erika se sorprendieron y quedaron boquiabiertos al ver a un individuo de expresión fría y seria y con el pelo rojo, y exclamaron perplejos:

- ¡¡Magno!!


El grupo entero contemplaba, asustado y horrorizado, al ser que luchó no hace demasiado tiempo en el Templo Sagrado, y el mismo que asesinó y acabó con la vida del primer elegido de la llave espada: Mirto. Los recuerdos de aquel duro combate también hicieron que les llegara a la memoria la verdadera identidad de aquel miembro de la organización Muerte. Se trataba ni más ni menos que del líder de la misma:

Final Fantasy: Memories of a PromiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora