Capítulo 10: El rescate de Marina

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Capítulo X

EL RESCATE DE MARINA

Erika se encontraba en el suelo sujetando a su amigo, aún inconsciente, mientras le recuperaba con la magia Cura. No dejaba de mirarlo y pensar en su repentina actitud combatiendo contra Ranor. Había demostrado ser muy valiente, más de lo que ella lo conocía. Durante el tiempo que llevaban juntos en Limaria, había conocido más a su amigo de la infancia que toda una vida siendo simples compañeros de clase. Había descubierto cosas del chico que antes no sabía, debido a su timidez, y estaba orgullosa de él.

Sonrió y acarició el flequillo oscuro de su frente. Después observó de nuevo el cadáver de su enemigo a lo lejos, y la misma pregunta le volvía repetidas veces a la cabeza:

"¿Quién pudo hacerle eso a Ranor?"- pensó la chica, que tras deducir que Marina estaba herida y ella misma inconsciente durante los hechos, miró nuevamente al joven de sus brazos y dijo- "¿Edu...de verdad fuiste tú?"

En ese momento sintió una presencia que se acercaba y alzó la cabeza al frente, alerta. Unos segundos de tensión se apoderaron del lugar, y Erika llegó a pensar que se trataba de un enemigo, quizá de algún miembro de la organización Muerte.

Aún no había recuperado las heridas de Eduardo, y ella misma tampoco estaba en condiciones de luchar. Deseó que no fuera una nueva amenaza, ya que de ser así no saldrían con vida.

Suspiró aliviada y sonrió como si hubiera visto un milagro al ver al mago corriendo hacia ellos:

- ¡¡Jack!!- exclamó la chica.

- ¿¡Erika, qué ha pasado!?- preguntó el mago preocupado, al verlos en aquel estado, que luego registró el lugar con la mirada sin señales de una persona- ¿¡Dónde está Marina!?

- Caímos en una trampa de Cornelio, y cuando intentamos escapar nos detuvo su esbirro Ranor...- dijo la chica, dirigiendo su mirada al cadáver de su enemigo- No tuvimos más opción que enfrentarnos a él...

Jack observó perplejo y sin palabras el estado de Ranor. Era muy reconocido en Mugget como el mayor asesino en serie del lugar, y trabajaba para Cornelio en las sesiones de tortura de sus víctimas, las cuales no sobrevivían a sus sádicos juegos sangrientos. Había oído decir que nunca nadie había conseguido plantarle cara en combate, ni a él ni a su poderosa espada. No podía creer lo que veía:

- ¿¡Quién...quién le ha hecho eso a Ranor!?- preguntó el mago, perplejo.

- Marina y yo no teníamos posibilidad de vencerle, y la mayor parte del combate permanecí desmayada...-explicó Erika- Pensarás que estoy loca, pero...creo que fue Edu el que derrotó a nuestro enemigo...

- ¿¡De verdad!?- exclamó sorprendido Jack- No me lo pudo creer...es increíble...

En ese momento el chico empezó a mover sus extremidades y abrió poco a poco los ojos. Los dos magos lo miraron y sonrieron alegremente:

- ¿Qué ha...pasado?- dijo con esfuerzo Eduardo, que luego vio a su amiga y se sorprendió repentinamente diciendo- Eri...ka... ¡Erika! ¿¡Cómo es que estás...!?

Fue entonces cuando a la chica se le llenaron los ojos de lágrimas, y abrazó a Eduardo con fuerza, que lo dejó sin palabras. Se sorprendió mucho al ver por primera vez a su amiga tan preocupada por él.

Jack se unió a la joven y, entre los dos terminaron de sanar a Eduardo y curar también las heridas de la chica con magia. Ambos preguntaron al joven por lo sucedido en el combate contra Ranor, pero misteriosamente Eduardo afirmaba no acordarse de nada, algo que dejó perplejos a los dos magos. Sabían que la respuesta a aquella incógnita sólo la conocía Marina.

Final Fantasy: Memories of a PromiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora