Capítulo 41: Sentimientos

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Capítulo XLI

SENTIMIENTOS

Tras varias horas de vuelo, finalmente Valor Alado aterrizó en lo alto de una colina, en pleno centro de un extenso bosque, en la zona noreste del continente central. Con la tremenda potencia de los motores de la aeronave habían atravesado el océano en tan solo unas horas, y necesitaban urgentemente descansar, sobretodo la piloto Alana.

Los últimos y recientes acontecimientos los habían dejado perplejos y sin palabras, como si todo hubiera pasado tan rápido que ni siquiera se hubieran dado cuenta de lo sucedido. Todavía les costaba asimilar los hechos ocurridos, y cada vez que lo pensaban les parecía increíble e imposible.

Habían acabado con el mismísimo líder de la organización Muerte, Alejandro, que en el pasado fue el guardián de los primeros elegidos y había ayudado a salvar al mundo de la amenaza de Ludmort. Una leyenda, hasta hace poco viva.

Derrotar a semejante enemigo tan poderoso no lo conseguían muchos, por lo que en parte podían sentirse orgullosos con aquel logro.


Sin embargo, muchas e inquietantes preguntas que escapaban a su razón anidaban en sus cabezas. No se explicaban por qué un famoso guardián que salvó al mundo hace quince años trataba de destruir Limaria. No tenía sentido querer proteger el planeta y luego pretender todo lo contrario, convirtiéndose en un horrible villano sin escrúpulos ni piedad.

Por otro lado, la putrefacción inmediata del cuerpo de Alejandro y la sangre negra que corría por sus venas delataban claramente que no era humano. La siniestra y escalofriante nube negra que apareció de los restos del mago oscuro no presagiaba nada bueno, y la terrorífica sensación de estar ante un gigantesco ser todopoderoso fue lo que hizo palidecer y temblar de miedo al grupo entero, como nunca antes lo había hecho.


Se preguntaban también si, tras la muerte de su líder, la organización Muerte seguía en pie con sus malvados planes, o por el contrario se había disuelto. Aún seguían libres los comandantes Magno y Helio, y puede que algún miembro más.

Al recordarlos a ellos, todos se preguntaban por qué no habían acudido ambos a luchar junto a su líder. Les parecía muy raro, pero de haber participado ellos en el combate, sabían que ni siquiera todos juntos habrían podido contra tres miembros de la organización Muerte a la vez.

Dieron las gracias por haber salido con vida de aquella dura y peligrosa batalla.


El grupo entero salió fuera de Valor Alado, y se acomodaron al aire libre, montando una pequeña hoguera cerca de la base de la nave. Durante todo el camino habían mantenido al gravemente herido Ray con magia curativa y todo tipo de objetos que recuperaban la salud.

De entre todos sus amigos sin duda era Cristal la que más se había preocupado por él y no se había apartado de su lado en todo momento, procurando que no le faltara de nada y atenta a su estado de recuperación sin pensar en otra cosa. Todos pensaron que le vendría bien un poco del calor del fuego y una ligera brisa de aire fresco, cosa que no había dentro de la nave.


Sentados alrededor del fuego, y mientras Cristal atendía a Ray tumbado en el suelo aparentemente inconsciente, el resto del grupo debatía sobre los recientes acontecimientos en torno al combate. Eduardo y los demás ya se habían recuperado casi por completo de sus heridas, que comparadas con las de Ray eran simples rasguños sangrientos.

Erika aprovechó la ocasión para contarles a los demás su propia experiencia durante la prisión del mago oscuro. Les contó despacio y con todo lujo de detalles cada una de las palabras que le dijo Alejandro, el día que acabó en sus garras. La joven ya no llevaba puesto el vestido blanco de novia, y volvió a vestirse con la misma ropa de siempre, con la que se sentía mucho más cómoda:

Final Fantasy: Memories of a PromiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora