Capítulo 23: Airdreve, la ciudad de altos vuelos

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Capítulo XXIII

AIRDREVE, LA CIUDAD DE ALTOS VUELOS

El grupo de aventuras continuaba su camino rumbo al norte. Su nuevo objetivo era llegar a la región fría de Limaria, el continente norte, y alcanzar la cima de la montaña helada de Conaga. Allí les esperaba Helio, e imaginaban que probablemente tendrían que enfrentarse a él, que su enemigo no les dejaría sin más el objeto que buscaban. Siendo un miembro de la organización Muerte, sabían que el combate por la piedra angular no sería nada fácil.

Durante el recorrido por los sendos caminos de pradera, varios estruendos repentinos llamaron la atención del grupo. Aquellos sonidos los habían escuchado desde kilómetros más atrás, pero a medida que se iban acercando, resonaban con más fuerza e intensidad. Eduardo conocía de sobra aquel sonido de motores y hélices, tantas veces oído en La Tierra, y que parecía no sufrir ningún cambio en el mundo de Limaria.

Al levantar la vista al cielo, observaron sorprendidos todo un escuadrón de pequeños aviones sobrevolando a kilómetros de altura sobre sus cabezas. Tras ellos, los seguía un enorme Boeing 747 moderno, lleno de pasajeros. Su gran sombra encima de ellos y la sensación de asombro los dejaron con la boca abierta.

Corrieron hasta la cima de la colina en la que se encontraban, y se sorprendieron al contemplar a lo lejos una pequeña ciudad situada cerca de la costa, junto a una larga pista de aterrizaje. Parecía ser un aeropuerto, pues tenía la pista para despegues y aterrizajes, las pistas de carretero, los hangares y las zonas de aparcamiento de aviones. También contaba con una torre de control, un aeródromo, la terminal de pasajeros, y las zonas de comercio y servicio.

- ¿Qué es eso, Jack?- preguntó Marina, asombrada.

El mago le echó un vistazo rápido al mapa del mundo que siempre llevaba encima. No tardó en encontrar lo que buscaba:

- Según el mapa es Airdreve, la ciudad de los aviones. Está bastante claro por qué le pusieron ese nombre- comentó Jack- También es una de las ciudades de Limaria que se encarga de formar pilotos y de construir aeronaves. Se puede decir que el oficio tradicional y profesional de este lugar es la aviación.

Al oír aquello se dibujó una sonrisa pícara en el rostro de Cristal. Como de costumbre, a la chica con coletas se le ocurrió otra de sus geniales ideas:

- ¡Ya está, gente!- exclamó la princesa- ¡Tengo la solución a todos nuestros problemas!

Los demás la miraron, con un brillo desconcertante en sus ojos:

- ¿Ah, sí? ¿Y cuál es?- preguntó Jack.

- Podemos usar un avión para volar directamente a la montaña de Conaga- explicó Cristal- Además, se encuentra al otro lado del gran charco, y por mar tardaremos mucho más tiempo.

- ¡Qué buena idea!- exclamó Marina- ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?

- Hay un pequeño problema- interrumpió Rex- ¿Alguien de aquí se ha preguntado si alguno de nosotros sabe pilotar un avión?

El perro dio en el clavo con una importante cuestión que hasta entonces los demás habían pasado por alto. De repente hubo un incómodo silencio, que representó la clara respuesta a lo evidente:

- Lo suponía...

- ¡Podemos apuntarnos en la escuela de pilotos de Airdreve! ¡Así seríamos todos unos ases al mando de aeronaves!- propuso Erika, con una sonrisa jovial- ¿Qué os parece? ¿A qué no es mala idea?

Jack enseguida le recordó un factor importante:

- No es mala idea, pero te olvidas de que Ludmort se acerca cada vez más a nosotros, y no nos dejará una pausa para aprender a volar. Además, teniendo en cuenta que somos cinco los que podemos pilotar, ello supone una gran inversión de dinero.

Final Fantasy: Memories of a PromiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora