Capítulo 18: Cuestión de valor

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Capítulo XVIII

CUESTIÓN DE VALOR

De nuevo todos reunidos en la plaza central de Nautigh, la mayoría del grupo se hallaba dispuesto y preparado para hacer frente al nuevo miembro de la organización Muerte, que se encontraba frente a ellos. Marina se sintió mucho más aliviada al saber que estaban todos reunidos, y pensó que quizá ahora tendrían alguna posibilidad de vencer a Lectro.

Todos se sorprendieron bastante al comprobar que Cristal realmente tenía un arma, oculta hasta ese momento, y la cual usaba para luchar. Ella les había explicado a los demás que gracias a algunos de sus conocimientos mágicos, podía enlazar diferentes magias a su estrella ninja. De esa forma lograba hacerla más poderosa, resultando letal para los que recibieran sus combinaciones físico-mágicas:

- ¿Tú eres el responsable de todo este jaleo, verdad?- preguntó Cristal, furiosa- ¡Bien, cuando acabe contigo ajustaré las cuentas con Jack!

Lectro estaba molesto por la nueva aparición aliada, pero tras analizar la situación y pensarlo un poco, no le pareció tan mala. Él, al igual que el resto de miembros de la organización Muerte, podía percibir sólo con notar su presencia el aura mágica de los seres a su alrededor. Miró al nuevo grupo de refuerzos y sonrió con indiferencia:

- Un par de críos, un perro y un renacuajo llorón...- luego añadió en tono de burla- ¡Debéis de estar delirando si creéis que podéis derrotarme con tan poca cosa! ¡Pobres necios insensatos!

Sin embargo, al fijarse mejor, el enemigo pudo comprobar con asombro las armas que llevaban Eduardo y Erika. Todos los miembros de negro de la organización las reconocían enseguida, pues eran su principal cometido, el objetivo por el que tanto luchaban bajo las órdenes de su superior:

- ¡Anda, mira por dónde!- exclamó con una sonrisa malévola- ¡Hoy debe de ser mi día de suerte! ¡No sólo tengo la oportunidad de destruir Nautigh, sino también me encuentro con los elegidos de la profecía! ¡Podré matar dos pájaros de un tiro!

El resto de presentes se sorprendió al descubrir que su enemigo conocía su identidad. Los más perplejos y asombrados por la noticia fueron Oliver y Alejandro, que con la boca abierta, no se creían que aquellos jóvenes fueran las famosas personas que salvarían el mundo de Limaria.

El niño pequeño, perplejo y sin poder creérselo, miro a la chica a la que agarraba la mano. Le preguntó, entre sollozos y lágrimas, sorprendido:

- ¿Es cierto eso...Erika?

Sin responder a su pregunta, la joven le soltó su mano y le dijo seriamente:

- Oliver...márchate de aquí y huye todo cuanto puedas...- le ordenó ella sin rodeos- Aléjate de este lugar y ponte a salvo en un lugar seguro.

- Pero... ¿¡Qué será de ti...y de los demás!?

- Este combate sólo podemos librarlo nosotros, Oliver...y no quiero que te hagan daño... ¡por favor, vete!

El niño comenzó a soltar lágrimas, y en sus ojos llorosos se reflejaba el miedo que sentía en aquellos momentos. Por primera vez estaba sólo en una situación peligrosa, y no sabía cómo reaccionar o qué hacer:

- Pero...no puedo... ¡no puedo hacerlo...!- sollozó él- ¡Tengo miedo!

- ¡Debes ser fuerte, y valiente!- le dijo ella, preocupada- ¡Vamos Oliver, vete de aquí ahora mismo! ¡Busca a tu padre y poneos a salvo!

El niño tardó unos segundos en reaccionar. Se quedó parado y mudo mientras temblaba y la miraba perplejo. Hasta que Erika no le reprochó con la mirada, el pequeño no asintió con la cabeza y salió corriendo del campo de batalla.

Final Fantasy: Memories of a PromiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora