1. Capítulo 2: Manjar de dioses (2ª parte)

20K 1.5K 275
                                    

Quería creer que no era Cassie, que ella no era capaz de tan siniestra muestra, sin embargo, la imagen frente a mis ojos era tan real, y ajena a lo que conocía, que me resultó imposible confirmar mi teoría. Con pequeños y suaves pasos mi amiga se fue acercando mucho más, pateando huesos, limpiando sus manos en su ropa (últimamente más conservadora) y sonriendo como si todo el espectáculo anterior no hubiera sido más que una molesta introspección.

Mi incredulidad era superior al dolor que me carcomía las extrañas y, de no ser por mi imposibilidad de moverme, habría huido al ver la serena mirada del hada de azulado cabello (había terminado por concluir que era más azul que negro).

—Lamento llegar tan tarde, Ilora —Se excusó en un tono suave e hizo una pequeña reverencia, a la vez que sus ojos poco a poco disminuían el enigmático tono que antes habían tenido.

Sus alas seguían resplandecientes como la luna, que iluminaba tan atroz escenario. El viento ahora traía consigo la esencia metálica de la sangre y secaba las asquerosas gotas que permanecían en mi rostro.

—¿Por qué estabas sola con ellos? —cuestionó como si no fuera consciente de mi estado, mas, en solo unos segundos, sus ojos brillaron en reconocimiento y sus manos capturaron mis mejillas, suavizando la presión en ellas—. Ahora deberías poder hablar con normalidad.

—¿Realmente eres tú Cassie? —dije en un tono quebradizo. Aún no podía borrar de mi mente la imagen de ella matando a Rigel y las agudas y dolorosas punzadas de dolor que me abrazaban.

—Soy yo, Ilora. Solo que un poco más atroz —rió e hizo una mueca al limpiar un poco de sangre de mi rostro—. La luna suele causar estragos en las hadas que usan magia oscura. Me enorgullezco al no ser una de ellas, pero debo reconocer que es divertido destrozar cosas —explicó en un tono jovial... uno que no era usual de ella y que empezaba a asustarme—. ¡Mírate! No, mejor no te mires —concluyó contrariada.

—No puedo moverme —expliqué al notar que, a pesar de mis intentos por evitarlo, finas lágrimas corrían a lo largo de mis mejillas.

—Podrás dentro de poco —aseguró al llevar ambas manos sobre su vestido, rasgando el bordecillo del largo—. Haliee me enseñó algo sobre curaciones, te vendaré el abdomen hasta llegar a la posada. No soy buena con las manos y tampoco estoy segura de lo que te dieron, por lo que no intentaremos nada abrupto hasta que volvamos. Eventualmente, tus funciones motoras volverán. Por el momento, mejor quédate así, imagino que el hecho de no poder moverte también disminuye el dolor...

Quise decirle que no estaba tan segura de ello, pero entonces vi como apretaba los labios, al asegurar un poco la venda improvisada, y cómo sus ojos se ennegrecían al continuar su rápida inspección al resto de mi cuerpo.

—Muchas gracias por salvarme, Cassie —agradecí en un tono bajo, recibiendo una sonrisa de su parte—. Debimos hacerle caso a mi dragón, este lugar es peligroso.

—Lo sé... lo siento, Ilora, esto no debió pasar...

Un agudo chillido escapó de mis labios, con el último nudo de Cassie, por lo que cerré los ojos sintiendo que vería sangre en ellos. Era impresionante todo lo que podía hacer un ligero contacto con una herida abierta. Era como revivir el episodio en que sucedieron.

—¡Ilora! —gritó un alarmado Castiel desde lejos.

No podía buscarlo con la mirada, pero me fue imposible no desear tenerlo cerca para torturarlo con mis propias manos. Quizás solo se lo daría a Alhaster para que lo comiera de un bocado.

—¡¿Dónde se supone que estabas?! —gritó Cassie, tomando mi línea.

—Estábamos en la posada buscando unos tragos cuando Ilora decidió morir, por lo que inevitablemente, y aunque no quería, tuve que ir a buscarla. Brennan y yo hemos estado rastreándola por todo Everard y resulta que ella está aquí... —volvió su vista hacia mí—. En un festín sangriento, por lo que veo.

CDU 3 - La elección de Cassiodora [BORRADOR COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora