Cap dedicado a mi mejores amigas Cande y Belu, que a ellas les gusta la polémica... XD
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Narra Damián:
La ropa resbaló de las manos de René y fue a parar al piso, el causante de su asombro era que yo estaba en ropa interior.
Me miró de arriba abajo y no sé por qué, pero sentía pena que mi mejor amigo me viera en paños menores, así que intenté cubrirme inútilmente.
Él seguía de pie en la puerta del probador, parecía embobado... Y hasta un poco excitado.
Fruncí el ceño y carraspeé, sacudió su cabeza sobresaltado y se agachó a juntar los pantalones que dejó caer.
Al incorporarse, vi que sus mejillas estaban ruborizadas y sus ojos vidriosos.
-Yo... Eh... Lo siento –Se encogió de hombros-
-No, tranquilo –Tomé uno de los jeans y cerré la cortina-
Dios mío, mi respiración era irregular y miré mi reflejo.
¿Por qué estoy excitado?... Mi respiración era irregular, sentía un calor en la ingle, creo que voy a tener una erección en cualquier momento.
Genial, simplemente genial.
Resoplé y decidí probarme el pantalón.
Una pierna, luego la otra, jalón hacia arriba... ¡Listo! Esto me quedaba bien.
-¿Qué tal? –Entreabrí la cortina del probador- ¿René?
Mi amigo estaba distraído viendo a un chico de rizos dorados que estaba siendo atendido por una pelirroja.
Inconscientemente, se mordía el labio inferior y suspiraba.
-¡René! –Llamé su atención-
-Eh... Sí, si... Aún sigo aquí –Se volteó nervioso-
-¿Qué tanto mirabas a ese chico? –Murmuré-
-Yo no lo estaba viendo –Frunció el ceño y sonrió vacilante- Ese te queda bien...
Tragué saliva, me sentí raro al escuchar eso... Respiré hondo y lo miré, descubrí sus ojos viendo los míos. Nos quedamos parados como idiotas viéndonos...
-¿Y? –La chica rubia se acercó- Pareces todo un galán.
Sonreí a medias sin apartar la mirada de mi mejor amigo.
¿Qué me pasaba? No podía dejar de mirarlo.
Narra René.
Tenía ganas de abalanzarme sobre él y abrazarlo hasta cortarle la respiración. Me gustaba mucho, muchísimo...
Relamí mis labios. Ese jean se ajustaba perfectamente a su cadera y le quedaba de 10 para 11.
La chica tomó el pantalón, la camisa y la chaqueta, los llevó a la caja para cobrarlos después. Ahora me tocaba a mí.
Tomé la camisa y entré al probador, me quité mi remera y...
-Yo te ayudo –Damián entró-
-¿Qué haces? –Pregunté sorprendido y avergonzado a la vez-
-Devolviéndote el favor –Sonrió-
-No, puedo solo –Intenté empujarlo pero mi amigo era una masa de músculos-
-René –Me miró mal- Te voy a ayudar, no a violar...
*Eso es lo quiero*
Dirigió sus manos a los botones de la camisa, mi piel se erizó cuando su nudillo rozó mi pecho.
Eché la cabeza hacia atrás para respirar, el espacio era reducido allí dentro y Damián tan cerca.
Él levantó la mirada y yo me perdí en sus ojos chocolate.
-Estás en forma ¿Eh? –Palmeó amistosamente mi abdomen-
Quizá mi cuerpo no era TAN musculado como el suyo pero yo también tenía lo mío.
Hacía ejercicio siempre y los resultados comenzaron a manifestarse en mi torso y espalda.
Se acercó un poco más, entreabrí los labios.
-Botón rebelde –Refunfuñó luchando por abrocharlo-
Cerré los ojos con fuerza, rezando para que no se percatara de mi erección.
Pero como dije una vez y lo sostengo; la vida me odia...
Le faltaban sólo dos botones para acabar, llegó al anteúltimo y alzó las cejas, luego parpadeó y se retiró atropellado la madera de la pared a su espalda.
-¡René por Dios santo! –Miraba horrorizado mi entrepierna-
Me acerqué a él, lo tomé de la nunca y atraje su rostro al mío pegando nuestros labios.
Un beso corto, pero caliente. Sentí que el cuerpo de Damián se tensó y no era precisamente de placer...
Me empujó separándonos y me propinó un puñetazo con toda la fuerza que tenía.
Caí fuera del probador y echando sangre de mi labio partido me arrastré lejos de él.
-Lo siento, Damián lo siento –Las lágrimas abandonaron mis ojos al ver su reacción, como si tuviera asco-
-¡Maldito! –Gritó llamando la atención de la gente- ¿¡Que te pasa!?
-¡Me pasa que soy homosexual! –Exclamé llorando- Eso me pasa...
Su rostro perdió el color y se apoyó por un estante de zapatos que tenía a su lado.
-¿Homosexual? ¿Tú? –Estaba atónito y me miraba como si fuera cosa de otro mundo-
-Sí Damián –Asentí sorbiendo mi nariz- Soy homosexual y no me avergüenzo –Levanté la cabeza con orgullo-
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Me Gustas Así
Teen FictionRené Castillo era un chico de 17 años, estudiante aplicado e hijo ejemplar, pero detrás de esa fachada de niño bueno había un gran secreto. Era homosexual. No se avergonzaba de su orientación, pero tampoco podía andar gritándola a los cuatro vientos...