CAPÍTULO 31.

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Edición Especial:

Narra Gerónimo:

EN EL BAR.

Tomé el teléfono que no paraba de sonar.

-¿Si?

-¡Hola hermano!

Sentí las lágrimas acumularse en mis ojos al escuchar su voz.

-¿Hola? ¿Gerónimo? ¿Estás bien o René te comió la lengua? –Rió-

-Hola Rafa, estoy bien y René me come de todo menos la lengua –Contesté en orden sus preguntas-

-¡Oye, lo último se escuchó fuera de lugar! –Carcajeó-

Sonreí con tristeza, caminé hasta una butaca que había en mi camerino y me senté.

-¿Cómo vas en tus estudios?

-Bien, aunque extraño estar ahí con ustedes.

-Yo también te extraño mucho –Me atraganté con mis lágrimas-

-Hey, no te pongas así hermanito, pronto será vacaciones e iré a visitarlos. Además, las cosas por aquí no son como yo imaginaba y por ahí me regrese a San Diego.

-¿En serio? –Pregunté entusiasmado-

-Posiblemente... En un futuro no muy lejano... No sé, quizás, tal vez...

Reí, ese era mi hermano, por eso lo quería tanto.

-Lamento no poder contarte cosas alegres como las tuyas.

-¿Por qué? ¿Qué sucedió?

-Ay –Suspiré- Mi relación con René se está yendo al demonio, ya casi no hablamos, ni siquiera dormimos juntos como antes.

-Me lo esperaba.

-¿Eh?

-Sí, Gerónimo, los dos sabíamos que él amaba a Zamora y aun así lo adentramos en nuestro mundo de triángulo amoroso. Yo creo que deberías hablar con René, explicarle como están las cosas y en caso de que ya no tenga solución... -Hizo una pausa- Terminarlas.

Una lágrima se escurrió por mi mejilla, me aparté el cabello de la cara y respiré hondo.

Rafael tenía razón, sería mejor dejar que René sea libre.

-Lo estoy engañando.

-¿Qué?

-Sí, con Jake, el primo de Damián.

-¡Uy! No pudiste conseguir mejor amante ¿Eh?

Su voz sarcástica me hizo sonreír.

-Sabes –Dijo luego- Ese chico es un estúpido, pero si te atrae ¿Quién soy yo para juzgar?

-No es tan retrasado como crees, es muy bueno.

-Sí, para chupar...

-Rafa –Lo interrumpí rápidamente- Dejémoslo ahí ¿Quieres?

-Ok, perdón –Rió- Pero sabes que es cierto.

Y así seguimos hablando por un rato. Al colgar el teléfono, vi mi reflejo en el espejo que tenía frente a mí. Mis ojos se habían hinchado y las lágrimas se llevaron todo el delineador.

Fui al baño, humedecí una toalla y me limpié el rostro.

*No importa lo mucho que te quiera René Castillo, jamás me corresponderás en el sentimiento*

Fin De La Edición Especial:

Narra René:

-¡¿Qué?! –Damián se sentó el piso y retrocedió-

-Si –Alargué y me bajé de la cama- Quiero hacerlo contigo –Me senté a horcajadas sobre su entrepierna-

-¿Estas drogado, cierto?

-No –Dejé caer mi cuerpo sobre el suyo- Estoy en mi cinco sentidos.

-René –Acarició mi espalda- Gerónimo...

-Al diablo con Gerónimo –Besé su mandíbula y descendí a su cuello. Su punto débil- Él no se enterará de esto, ya no aguanto más, desde que acepté mi homosexualidad he querido que me...

-¡Ya entendí! –Exclamó interrumpiéndome-

-Qué bueno –Sonreí- Entonces sabes lo que quiero.

-Ajá, eso creo –Temblaba nerviosamente-

Me volví a sentar y le quité su camiseta. Mordí mi labio inferior.

-Al fin me voy a dar el lujo de acariciarte de punta a punta –Con mis dedos recorrí su marcado abdomen-

Damián tragó saliva y sonrió inquieto.

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