CAPÍTULO 43.

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EDICIÓN ESPECIAL:

Narra Gerónimo:

Escuché unos golpes en la puerta de mi cuarto y la voz de Rafael diciéndome que saliera. Cerré los ojos con fuerza y me tapé los oídos con las manos.

Había cerrado la ventana y apagado la luz, quería estar solo, necesitaba alejarme del mundo exterior.

Me senté en el suelo y apoyé mi cabeza en el borde de la cama, junté mis rodillas y las acerqué a mi pecho. Así, hecho un bollito, me quedé quieto, hasta que ya no oí nada más.

Luego de varios minutos en silencio, destapé mis oídos y suspiré.

Narra Rafael:

Caminaba impaciente por el pasillo, me iba y luego volvía, pasando frente al cuarto de mi hermano.

Había transcurrido 15 días de la muerte de Jake Zamora, de quién mi mellizo estaba enamorado, y la situación aquí es desesperante.

Gerónimo no sale de su habitación, no come ni me responde cuando lo llamo, a veces, vengo con la intención de darle una patada a la puerta y derribarla, pero entiendo que quiera estar solo.

Revolví mi cabello y resoplé molesto.

-Gerónimo –Golpeé la puerta- Por favor, sal de ahí. Estar encerrado no te hará nada bien...

Escuché como se quebraba un cristal y mi corazón se aceleró.

-Hermano, ¿Qué fue eso?

-Estoy bien –Su voz sonó débil y ronca-

Hacía días que no lo escuchaba hablar y me tranquilicé al saber que aún estaba vivo.

El picaporte de la puerta giró y ésta se abrió lentamente, por una fija rendija vi los ojos celestes de Gerónimo que se asomaron y los cerró un poco por la luz del pasillo.

Tanto tiempo en la oscuridad, encerrado y solo, posiblemente ya ni siquiera recuerde lo que es la luz.

Carraspeé y traté de hablar lo más calmadamente posible.

-¿Por qué no comes algo y salimos afuera? –Hice un intento de sonrisa- La última vez que comiste fue hace casi tres días y, además, el aire fresco te hará bien.

-No tengo apetito.

-Tienes que comer.

-No puedes obligarme –Intentó cerrar la puerta pero la trabé con mi pie-

-Basta Gerónimo –Gruñí- Entiendo que la muerte de Jake te haya afectado, pero escúchame, la vida continúa y encontrarás a alguien que te quiera...

-Ese alguien era él –Sus ojos se aguaron y se me encogió el corazón- Nunca volveré a amar, nadie despertará los sentimientos que Jake provocaba en mí –Unas lágrimas rodaron por sus mejillas y se apartó el cabello del rostro- Déjame en paz Rafael, quiero estar solo.

Negué con la cabeza, no podía dejarlo así. Empujé la puerta y Gerónimo me cedió el paso.

Fruncí el ceño al ver el interior de ese cuarto, sábanas y almohadones en el piso, cosas desparramadores por doquier y un espejo roto, junto a los trozos de vidrio había un libro.

Tragué saliva, la habitación estaba destrozada y no podía asimilar que mi hermano había hecho todo eso.

-Esta noche dormirás conmigo –Me volteé y lo miré fijamente, él tenía los ojos posados en el piso y se encogió de hombros con desinterés- No permitiré que duermas ni una sola noche más en este basurero.

FIN DE LA EDICIÓN ESPECIAL.


(Un amor Rafa cuidando a su hermanito menor  ♥)




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