Narra René:
-¿Qué haces aquí? –Pregunté limpiando un vaso- Creí que vivías en México.
-Aún vivo allá –Sonrió- Vine con mis padres hace una semana, ya sabes, por Damián...
Mi mandíbula se contrajo al oír ese nombre. Todo estaba perfecto hasta que lo menciono en la conversación.
-Ah –Dije simplemente y me volteé para guardar el vaso en la encimera-
-Tú también te graduaste ¿No es así?
-Ajá –Tomé una botella-
-Wow, felicidades –Sonrió-
Imité su gesto y serví un poco de tequila en su vaso. Sentí un pellizco en mi nalga izquierda.
Me giré enojado y era Gerónimo. Reí al ver en su rostro el gesto de "disimula".
Hice de cuenta que nada pasó y me serví tequila. Incliné el vaso y bebí rápidamente sin dejar que me ardiera en la garganta.
-¡Impresionante! –Jake me aplaudió- Nunca había visto a nadie beber así...
-Gracias.
Gerónimo me tomó de la mano y jaló.
-¿Me puedes disculpar un momento Jake?
-Si –Respondió desviando la mirada hacia la pasarela-
Dejé que el mellizo me llevara dentro del baño.
-¿Qué sucede? –Tomé su rostro entre mis manos-
-¿Quién es ese chico? –Preguntó algo molesto-
-Él es Jake Zamora, el primo adoptivo de Damián –Acaricie su mejilla-
-Por el simple hecho de ser pariente de ese imbécil ya me cae mal –Se apoyó en el lavabo-
-Hey –Dije intentando contener la risa- Es sólo mi amigo, nada más.
-No importa, me cae mal –Frunció el ceño-
No pude aguantar más y dejé escapar una carcajada. Él estaba serio, sus ojos azules se oscurecieron y su respiración se agitó.
Me acerqué un poco más, me sentía atraído por su expresión y su comportamiento me causaba cierta... excitación.
Llevé mis manos a su nuca y las entrelacé. Acaricié su nariz con la mía, Gerónimo cerró los ojos y contuvo la respiración.
Sonreí sin besarlo, yo sabía cómo tenerlo a mis pies...
Narra Damián:
*Me aburro...*
Comenzaba a darme sueño este lugar, miré hacia la barra de bebidas y me dirigí hacia allá.
Los reflectores iluminaron en esa dirección y vi a mi primo sentado en una butaca dando la espalda a la pasarela.
Exhalé todo el aire de mis pulmones y el enojo se apoderó de mí.
Me senté a su lado y le quité el vaso de tequila para luego arrojárselo en la cara.
Él abrió la boca sorprendido y me miró molesto.
-¿Qué te sucede? –Gritó por encima de la música-
-Esa pregunta me corresponde a mí hacértela, ¿No crees? –Enarqué una ceja- ¿Qué te sucede para dejarme solo en medio de una calle oscura?
Narra René:
-René... -Gerónimo me abrazó con fuerza- Eso fue increíble.
Sonreí complacido y nos separamos.
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Me Gustas Así
Ficção AdolescenteRené Castillo era un chico de 17 años, estudiante aplicado e hijo ejemplar, pero detrás de esa fachada de niño bueno había un gran secreto. Era homosexual. No se avergonzaba de su orientación, pero tampoco podía andar gritándola a los cuatro vientos...