Capítulo Uno

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− ¿Cómo me has dicho que ha pasado esto Susan?

Mi prima me sonrió tratando de ablandar la situación.

−Pues bueno esta mañana vi una rata por tu casa y había mosquitos también, llame al exterminador y...

−Estabas medio borracha y te confundiste de casa.

−Cuando tu vecino llegue nos va a matar.

−Tenía que ser la casa de Tyler.

Estábamos frente a su puerta el olor a químicos salía y como mi prima exagero y hablo estando borracha... en esa casa no se va a poder entrar por lo menos en un mes.

−Eres tonta.

−No me ofendas, fue sin querer.

−Ya pero es Tyler además sabias que le estaba cuidando a Emma su cobaya.

−Tú eres la culpable por dejarla fuera.

−Ella se salió sola.

−Yo me voy a mi casa.

−Claro y me dejas a mí el marrón.

−Tú eres la increíble Han nadie te dirá nada.

−Y el es Tyler.

Tyler es un chico del instituto, no pasaría nada si no fuera el jefe de una banda de drogadictos alcohólicos y sin vergüenzas, hay muchas más cosas pero mejor me las reservo. Tyler es el más fuerte de todos por eso él es líder y es el mayor mujeriego que he visto en toda mi vida, sé que es de mala educación llevarse por las apariencias y por lo que dice la gente. Pero si lo dicen será por algo.

Susan mi prima loca recogió sus cosas y se preparo para irse a casa de sus padres, su fin de semana de fiesta me ha dejado con un gran problema con el cual lidiar.

−Te estoy empezando a odiar.

Ella se echo a reír y cogió su maleta.

−Cuando me odies será que la he hecho muy buena.

−La has hecho muy buena.

−Han cuídate mucho, siento dejarte esto pero mi autobús sale en media hora.

−Tú usa excusas que si no te he matado es porque tu madre me da miedo.

−Deja a mi madre tranquila.

−Adiós prima fea.

−Adiós fea...

Me daba mucha pena despedirme de mi prima ella era la única persona de mi familia que aparte de mis padres quería mucho, algún día saldrá de la casa de su madre, algún día.

Las horas pasaban y yo estaba muy nerviosa, Tyler me da miedo, me va a matar cuando se entere de que fue mi culpa. Mi vida, mi reputación lo voy a perder todo por una estupidez.

Cuando el timbre sonó se me helo la sangre creo que hasta sentí mi corazón detenerse.

Aunque estaba paralizada la persistencia del que estaba llamando hizo que abriera la puerta para encontrarme con un Tyler enfadado.

Sonrió forzadamente.

Tyler era el badboy pero estaba muy bueno cómo podría negarlo. Muy alto con el pelo largo y castaño claro pero a ves parecía muy oscuro, luego estaban esos ojos tan claros, ese azul tan bonito y claro como el agua. Debajo de su ojo izquierdo tenía un tatuaje tan pequeño como un lunar de una cruz hacia abajo. Esa boca es mierda, tendría que estar temblando de miedo y no centrándome en esa boca tan jodidamente tentadora. Tiene muchos tatuajes en ese cuerpo de espagueti que tiene, creo que con lo guapo que es y con esa cara de niño que tiene tener abdominales y brazos fuertes solo lo arruinarían.

−Mi puerta está sellada y hay un papel que dice que no se puede pasar... Todas mis cosas están fuera, ¿sabes algo?

La intensidad de su mirada solo hacía que me pusiera más nerviosa.

−Eso...−no caigas Han sobrevive a esa mirada intimidante ningún hombre pasara por encima tuyo−. Al parecer se confundieron de casa.

Él miro al suelo intentando controlarse.

−Y lo dices tan tranquila.

−No puedo hacer nada ni tengo más nada que decir.

Mierda.

Joder.

Una pistola estaba entre mis cejas, estaba fría y cargada.

−Voy a quedarme aquí.

Susan ahora sí que te estoy odiando.

Ni cambios ni devolucionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora