Capítulo Nueve

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Alguien me quito un audífono la oreja y me beso la oreja.

−Cariño te has olvidado de mí−me susurro una voz sensual en la oreja.

−Susan, ¿has salido del manicomio?

−No ofendas a mis amigos−dijo y se sentó a mi lado en el sofá−. ¿Cómo te va la vida? No me llamas, dios mio, esto el peor castigo que he sufrido.

−Exagerada, tienes las hormonas a tope hoy.

−Lo dices y no lo sabes, cuéntame.

−Desde ayer Tyler es mi novio, y me acaban de invitar a una increíble fiesta en casa de uno del instituto.

−¡Oh fiesta...!−salto del sofá y empezó a dar saltitos−. Espera un momento... ¿Novia del badboy?

−Sí.

−Tenemos mucho tiempo, habla por esa boca y cuéntame como ha sucedido esta catástrofe.

Susan era dos años mayor que yo pero había ocasiones en las cuales creía que mi prima era menor que yo, cuando se ponía seria solo quedaba correr porque se enfadaba fácilmente.

−Entonces, ¿ahora sales con un chico malo?−me pregunto pensativa.

−Sí.

−Perdón pero eres mi prima, te quiero como si fueras una hermana para mí, eso chicos solo traen problemas son buenos para una aventura, sentir la adrenalina pero cuando te enamoras de ellos te rompen el corazón... Y tú ya le quieres, solo ver que se te iluminan los ojos cuando hablas de él... no puedo dejar de pensar que esto es por mi culpa.

−Asumiré el riesgo, muchas gracias por tu consejo y olvidemos ese incidente, no es tu culpa, es mía, solo mía−le dije abrazándola.

−¡He traído una cama inchable!−grito sorprendiendome, me separe de ella y sonrió, que cambio de tema tan drástico−. Hoy hay fiesta, vamos a llenarlo tengo mucho sin ir a una de estas fiestas.

−Tres semanas como mucho.

−Tú no lo entiendes nena, cada fiesta es diferente y más si llega la que le da la emoción.

−Susan vete a dormir.

−Otro día.

Susan estaba loca, le gustan mucho las fiestas según ella servían para el estréa y eran inolvidables, no acostumbro a ir a fiestas así pero me convencieron y por una fiesta no se pierde nada.

Naya no tardo en llegar a mi casa y el silencio desapareció, se volvió un hogar de locas.

−¡Fiesta!−gritaron las dos y yo las mire fijamente la una a la otra, ¿estas son de verdad mis amigaa?

−Todo muy bonito excepto que es a mi a quien le toca hacer la comida.

−¿Te han dicho que ves sexy en la cocina, Han?−me pregunto Susan sonriéndome de forma pervertida.

−Y lo haces muy bien − la ayudo Naya.

−Vosotras dos juntas sois un peligro y me utilizáis, me voy a llorar a un rincón.

−¡Vete a cocinar anda que hasta te veo mas flaca!−me ordeno Susan.

−Vale mamá−me fui a la cocina para hacer algo bueno de comer.

Mientras estaba en la cocina oí a Susan y a Naya murmurandose cosas hasta que Naya grito.

−¡¿Tú y Tyler?!−pregunto acercandose a mi sorprendida.

−Tyler y yo−le conteste mirando al sartén no fuera que se me quemara la carne.

−Agárrame Susan que me desmayo−Susan le puso una silla para que se sentara−. Has acabado tu relación con Jason hace poco... Tyler es un mujeriego, un hombre de una noche.

Ni cambios ni devolucionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora