Ni cambios ni devoluciones

Capítulo Once

−Tyler, joder, ¿qué ha pasado?−me arrodille estaba más pálido de lo normal pero respiraba en un torbellino de emociones fui capaz de llevarlo al hospital en una ambulancia

Cuando Matt me vio en emergencias corrió hacia mí y me reviso de arriba abajo.

−Mierda, me he asustado, ¿qué pasa con esa cara de haber visto a un fantasma?

−Es que mi vecino se ha desmayado y no podía dejarle tirado allí−siento haberte negado Tyler pero como mi primo se entere de tu existencia... Todavía es muy pronto.

−Entiendo, antes de irte avísame y aunque sea llama de vez en cuando, recuerda que estoy a cargo de ti.

−No lo he olvidado Matt, tu hermana estuvo aquí este fin de semana.

−Fue a pedirme dinero, solo me recuerda en esos casos.

−Es lógico, creo que te están llamando por allí.

−Me tengo que ir, avísame, Han, ¿entendido?

−Cuando me vaya te aviso−le dije y él sonrió antes de irse.

Mi primo es muy guapo, a veces me quedo embobada con el, el problema es que es mi primo y tiene diez años mas que yo ademas de que ahora tiene una novia insoportable que hizo que me fuera de su casa, quién puede soportar a alguien quejándose de todo.

Después de media hora esperando en la sala de espera nerviosa y hasta llegar al punto de morderme las uñas Tyler salio y yo corrí hacia él y le abrace sin pensármelo dos veces.

−Mierda Tyler no vuelvas a asustarme así.

−Si me sigues abrazando tan fuerte me temo que no podré salir de aquí, ¿estabas tan preocupada por un simple desmayo?

−Me da igual que fuera un simple desmayo, vamonos a casa, nos está mirando mucha gente.

−Es que estas asfixiando a un pobre enfermo−yo me separe de él y me acorde de Matt.

−Espera un segundo tengo que despedirme de mi primo−le busque por todos los lados pero como no le encontré no me quedo otra que dejarle un mensaje en el móvil, culpa de él por no estar en un lugar cercano.

Tyler estaba sentado en la sala de espera con una cara que daba pena, estaba tan blanco como el algodón y parecía mareado.

−Tyler, ¿realmente estás bien?

−Sí, solo estoy cansado, vamos, −se levanto medio tambaleándose y yo le agarre de la cintura y le sonreí.

−Mi mujer y yo tenemos que ir a casa, yo seré tu bastón hoy, no te dejare caer, tendrás que decirme qué tienes porque esto no es normal.

−Todo esta normal pero debido al exceso de trabajo y no haber comido bien he tenido un bajón de azúcar, a cualquiera puede sucederle, gracias por preocuparte de mi.

−¿Qué novia tan insensible crees que soy?

−Esta mañana me llamaste gilipollas.

−Lo de esta mañana vamos a dejarlo para cuando estés bien.

***

Tyler por alguna extraña razón tenía fiebre cuando llegamos a casa y tuve que quedarme cuidándolo toda la noche, exceso de trabajo, que trabajo?

−Si te quedas tan cerca de mi te puedo contagiar−me dijo a las doce de la noche, el estaba muy caliente pero eso no me impidió seguir abrazándolo debajo de las sabanas.

−No me importa, así puedo pasar mas tiempo contigo, pero puedes decirme por que de repente tienes fiebre y pareces un muerto.

−No soy ningún vampiro si es lo que te estas imaginando.