Capítulo Treinta y siete

72 9 0
                                    

¿Qué cojones estaba pasando? ¿Por qué se estaba volviendo a repetir la historia? Yo ni siquiera sabía qué pensar, mi sentimientos sabían que era mentira pero era una confesión, no soy egoísta solo estaba uniendo toda la información ella es la que está mal por qué soy yo la que está sufriendo ¡¿por qué estoy llorando?! Quiero desaparecer... quiero que haya un botón para dar pause irme y cuando esté lista darle de nuevo y volver pero ahora... No puedo.



Salí de casa de Naya sin rumbo, y acabe en un supermercado me encontré a mí misma comprando cerveza y yendo a sentarme a un parque.



¿Por qué todos quieren que odie a Tyler?



Él no pudo ser capaz de hacer eso...



"A ti te dice que te ama y a mí me lo demuestra".



¡¿Por qué no se salen de mi cabeza esas palabras?! Porque duelen. Por eso no se salen.



Cuando me acabe las latas que tenía me levante para comprar más cerveza, puede que se me hubiese subido un poco solo un poco como para tropezar con alguien y cruzar la calle sin mirar.



Me desperté con un olor a perfume muy bueno ese olor me parecía conocido estaba en la espalda de alguien y no era Tyler y estaba medio borracha.



-Lo siento, ¿puedes bajarme?



-No es recomendable.



Esa voz... mi peor pesadilla.



-¿Jason?



-Sí, soy yo.



-¿Por qué?



-Sabía que eras una imprudente pero no que lo eras tanto después de llevarte uno de mis pobres hombros por delante te abalanzaste sobre un coche, y encima se te ocurre pedirme ayuda frente a todo el mundo, ¿nunca vas a dejar de atormentarme?



-Te odio pero gracias.



-Has dicho muchas gilipolleces aunque me importa una mierda lo que hagas con tu vida, Naya siempre te ha querido mucho tanto como para amenazarme con cortarme las pelotas y el imbécil de tu novio tendrá defectos pero te quiere... joder, ¿por qué te estoy diciendo esto?



Yo tampoco entendía que estaba pasando.



-Lo que quiero decir es que hables con ella, te está mintiendo porque está enfadada, las chicas son así y más si se trata de hablar con una niña perfecta que no ha roto un plato que es egoísta y solo piensa en ella.



-Por favor, los insultos.



-Que hables con ella y ya. Lo que paso con nosotros fue diferente porque yo me equivoqué no supe soportar por ti pero cómo podía hacerlo si tú ni siquiera sentías nada por mí. Espero que con la borrachera que llevas te acuerdes muy poco de esto.



-Quizás no estábamos destinados.



-No lo estábamos, me da pena Johnson porque joder si te crees todo lo que dicen le va a ir mal.



-Esto es surrealista, ¿es un sueño?



-Sí, es un sueño. Hemos llegado al hospital y como me hayas vomitado encima te juro que esto se vuelve una pesadilla-el me bajo de su espalda y me dolía mucho la cabeza y un pie-. ¿A qué duele?



-No, que va.



-Con esto estamos en paz.



-Te sigo odiando.



-Tú tampoco me caes muy bien que digamos.



-Estamos en paz entonces-le extendí mi mano y la apretó.



-Buena suerte con eso.



-La tendré.



Cojeando entre y me atendieron... me había torcido el tobillo derecho y tenía que llevar una escayola y lo peor no era eso sino que tendría que usarla por cuarenta días o así junto con la graduación T-T.



¡¿Esto es una broma?!



- ¿Otra vez metida en un lío?-Matt había hecho su aparición.



-Yo también me alegro de verte sabes.



-Hueles a kilómetros a alcohol y a perfume de hombre.



-No es lo que sea que estés pensando sin querer después de beber un coche apareció de la nada y un amigo...-"¿amigo?"-. Me trajo.



- ¿Piensas decirle eso a tus padres?



-Es la verdad pero no... me caí bajando el tercer escalón... ¡ay! Matthew sin malicia-me estaba curando la herida de la frente sin compasión.



- ¡¿Cuándo vas a crecer?!



-Si estas enfadado con el mundo no lo pagues conmigo ya he tenido suficiente hoy-me levante y me caí-. Me cago en...



- ¿Tú nunca te das por satisfecha?-me ayudo a levantarme y me sentí de nuevo en la camilla-. No te muevas... ¿a dónde vas a ir con eso?-salió refunfuñando y yo me quede sufriendo... odio los hospitales.



-Lo siento, el doctor no tiene un buen día-dijo una enfermera que me puso unas vendas en el brazo y termino de ponerme unas suturas adhesivas en la frente.



-Casi siempre está así-la enfermera no entendía nada-. Es mi primo aunque no lo parezca.



-Mucho gusto, aunque no sea en las mejores de las condiciones.



-Ya-Matt volvió sin su bata y con un par de muletas.



-Ten, -me dio las muletas y yo las cogí, con lo complicado que es andar con eso-. Ahora tengo que llevarte a casa por imprudente.



-No te he pedido que lo hagas puedo coger un taxi.



- ¿Has cenado?



-Estoy hablando.



-Vamos.



Creo que lo de egoísta lo llevamos en la sangre y lo de cabezotas también.



Estaba comprobando una cosa... yo no era mujer de saltar, no sé si seré capaz de sobrevivir tanto tiempo con esto.



Mi día iba empeorando por momentos y ahora estaba con una de las únicas personas con las que agradecería no estar en estos estados (¡borracha!). Nuestro trayecto a casa fue muy silencioso, más momentos incómodos. Pero no llegamos a mi casa, llegamos a un restaurante encima a cenar con esto, que vergüenza. Coja y bebida esto es tan cómico. Pero creo que a él no le parece tan gracioso como a mí.



-Si te duele en algún momento ve a la farmacia y compra algún calmante.



-Gracias por el consejo, sabes me hubiera válido con que me llevarás a casa no tengo mucha hambre.



-Voy a pagar yo.



-Puede que coma algo-si paga el pues no puedo rechazarlo encima ya estoy aquí seria todo un desperdicio-. Quiero una hamburguesa, patatas y Coca-Cola y un postre, ¡anda! ¡Quiero un tiramisú!



-No hay problema.



Esto es muy raro, siempre que ceno o como con mi primo hay alguien más, Susan por ejemplo, yo tampoco es que tenga muchas cosas de que hablar con él.



- ¿Qué tal el instituto?



Hablando de temas tan interesantes un sábado, que guay pero que todo sea para cortar el hielo. Estuvimos hablando mucho tiempo algo que sinceramente me pareció muy increíble.



Mi parte favorita de este día de mierda ha sido comerme un tiramisú y gratis.

Ahora mismo no estoy siendo la mejor de las amigas pero mi supuesta mejor amiga me ha restregado que está embarazada de mi novio y quizás Jason, aunque me cueste aceptarlo tenga razón y solo lo haya dicho por despecho pero a mi todavía me queda la duda.




Ni cambios ni devolucionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora