Capítulo Diez

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−Susan si me sigues abrazando así me vas a dejar sin aire−dije medio adormilada, esta mujer se pasa de cariño.

− ¿Por qué me llamas como a una mujer?

− ¡Ay mi madre!−salte de la cama y vi a Tyler él no tenía camiseta pero si pantalones y yo tenía todo puesto. Suspire aliviada, no ha pasado nada.

−Te alegras de que no lo hayamos hecho−dijo levantándose−. No soy tan gilipollas como crees, no sería capaz de acostarme con una chica casi inconsciente.

−Yo no creo eso de ti.

−Los borrachos dicen la verdad.

−Quizás lo piense porque no sé nada de ti.

−Han−dijo mirándome a los ojos−. Estás bien con lo que sabes.

−No sé nada.

−Pues así está bien.

−Ahora sí que creo que eres un gilipollas.

−Ahora tienes motivos.

−Imbécil.

−No te enfades.

−Cuéntale eso a otra joder−le dije enfadada y cerré la puerta−. Por gilipollas, ¡¿que no me enfade?!

−¿Solo llevas dos días con él y ya te estás peleando?

−Tú no metas cizaña, Susan−mi prima estaba sentada en el sofá con el maquillaje corrido y con una cara que daba pena mirar−. Sin ofender, pero estás como una mierda.

−Cuando me dices esas cosas es cuando sé cuánto me quieres.

−No exageres, sabes que te quiero y te lo digo para que no te asustes si te ves en el espejo.

− ¿Por qué estabais peleando?

−A ti ni la resaca ni el sueño te quitan lo de chismosa, "vieja cotilla".

−Siobhan.

−SUSAN.

−Has lo que quieras pero cuando te vayas ten la delicadeza de llamar o al menos decir que te vas.

−Estaba muy borracha.

−Por eso mismo, dale gracias a que Naya me lo dijo.

−Gracias Naya−le agradecí a Naya que se estaba retorciendo en el colchón hinchable por la "conversación" que estábamos teniendo Susan y yo.

−No hay de qué pero dejadme dormir.

− ¿Conseguiste algo?−le pregunte mientras me acostaba a su lado y la abrazaba−. ¿Alguien más que yo te ha tocado? ¿Eh cariño?−Naya se estaba quejando y Susan y yo nos estábamos riendo−. Te amo bebe y que juntas lleguemos a lo alto del cielo y...

− ¡Lleguemos al clímax!−grito Susan y se nos tiró encima−. Esto será un trio de coños.

−Os estáis pasando chicas, la resaca a vosotras como que...

− ¡Que se joda la resaca! ¡Yo quiero más alcohol!−grite.

− ¡Claro que sí prima!−grito Susan y chocamos los puños− ¡Si bebemos más no habrá resaca y habrá más sexo!

− ¡No que me violáis primas locas!

−¡Pero molamos!−dijimos las dos al mismo tiempo, Tyler salió de la habitación y abrió mucho los ojos, estaba muy sorprendido.

−¿Hay un trio de chicas en casa?

−No es lo que crees, estas dos maniáticas quieren violarme−le explico Naya y Susan y yo nos echamos a reír.

Susan se levantó de encima de nosotras y se dirigió hacia Tyler.

−Tú y yo tenemos que hablar,−miro a Naya−. Yo hablo por ti Naya−abrió la puerta y salió con él.

Habían pasado como diez minutos y mire a Naya.

−¿De que estarán hablando tanto?

−No lo sé pero de seguro le está asustando, las hermanas mayores dan miedo.

−Seguro se ha quedado dormida en la puerta.

−O nos estarán comprando el desayuno.

−Se abren las apuestas.

−Quien pierda invita a un cubata.

−Con el dolor de cabeza que tienes y ya estás pensando en más alcohol.

−Somos jóvenes es normal.

Perdí la apuesta Susan llego con donuts y batidos de chocolate para las tres.

−¿A quién le has quitado el dinero?−le pregunte estoy enfada con ella por no haberse dormido en la puerta como lo ha hecho en varias ocasiones.

−Me han subido la paga.

− ¿Naya, como entrasteis a mi casa?

−Susan abrió la puerta−me contestó con la boca llena.

− ¿Estás celosa? −me pregunto Susan.

−No estoy celosa, ¿por qué debería estarlo?−me ha robado el dinero y las llaves.

−Todavía no me fio mucho del noviecito ese tuyo pero lo aceptare si te hace feliz.

−Yo también.

− ¡Tú trágate eso y calla!−le dijimos Susan y yo a Naya.

−¡¿Por qué siempre me atacáis a mí?!

−Quiero un rembolso y a ver si dejas de hacer copias de mis llaves sin permiso.

−Te quiero Han−me dijo y me abrazo.

Había olvidado que Tyler me dijo esas mismas palabras y yo le conteste con un silencio. No sirvo para esto.

Horas después las locas se marcharon a sus casas y yo me quede sola, me duele quedarme sola pero no quiero dejar mi vida aquí, no quiero alejarme de Naya y si me voy con papa y mama a Susan se le hará mas difícil visitarme.

Hace tres meses que vivo sola, solo será hasta que acabe el instituto, mis padres fueron transferidos a otra ciudad muy lejos de esta a tres horas por lo menos de aquí, se supone que tengo que ir una vez al mes pero me he saltado la visita porque las vacaciones navidad están por llegar, quince días fuera de aquí.

Llame a mama, una hora entera contándonos las cosas que nos habían pasado, no me gustaba mucho hablar con papa... Es muy sentimental y se pone a llorar, no me apetece oír a mi padre llorando por teléfono.

−Se acercan las navidades dile a papa que le quiero mucho y que estoy bien, pasaremos quince días juntos.

−Claro cariño ahora se lo digo.

Jason es un imbécil, nunca hablo de mis padres porque no veo la razón de ello, me quieren yo soy su princesa y quiera o no siempre lo seré. Pero me dolieron aquellas palabras, no soy una persona muy cariñosa, no tengo apodos para las personas que quiero, solo bromeo con Naya y Susan, quizás por eso no le dije a "Te quiero" a Tyler. Son palabras complicadas como "te amo" esa palabra es lo más extremo del amor algo a lo que no quiero llegar.

"Espagueti andante" eso es un apodo pero es por defensa propia, no soy un panda.

−¿Por qué te interesa saber cosas sobre mí?−dijo Tyler entrando por la puerta y se cayó al suelo.

−Esto no me está pasando a mí... Tyler.


Ni cambios ni devolucionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora