Capítulo Siete

258 30 3
                                    


−¡Ay!−grite cuando me puso alcohol para limpiarme las heridas−. Joder que yo siento.

−Si no te la limpio se te va a infectar, te han arañado hasta el cuello y la cara, lo peor es que fue por mi culpa.

−Menos lamentaciones y más trabajo−me puso un algodón lleno de alcohol en la mejilla y yo salte del dolor−. Sin malicia.

−Sin exigencias.

Esto es incómodo, solo a mí se me ocurre pedirle que me limpie las heridas, él está muy concentrado y yo no dejo de ver sus ojos y su boca, joder Han no aprendes ni con golpes, él es prohibido por todas partes.

Pero lo prohibido es lo que tienta.

−Deja de mirarme tanto.

−Lo siento−él se separo de mí y me miro dudoso.

−¿Te ruborizas cuando un chico te toca?

−Pss ¿yo? ¿sonrojarme? Te has equivocado de persona−me levante de la silla, que traición, hoy hasta mi cuerpo conspira en contra de mí.

−Lo dudo mucho que me haya confundido, ¿necesitas algo más?

−Un beso y un abrazo.

−¿Es en serio?

−Es broma, es que me lo preguntaste como mis padres, la costumbre.

−Ven aquí−abrió sus brazos y yo negué con la cabeza.

−Fue un impulso.

Él me dio un abrazo muy cálido y un beso en la mejilla.

−Tengo que salir−me dijo esbozando una sonrisa y pasando su mano por mi cabeza, a este chico no le gusta verme peinada−. Nos vemos luego.

Mi única compañía acaba de irse después de hacerme parecer un tomate.

Mis latidos parecen un tambor.

Esto es una mierda.

Solo se me ocurre a mí.

Por si fuera poco mi cara era un asco me habían arañado una mejilla y el cuello, suerte que hace frío me faltan dos uñas y gracias a dios mi pelo está intacto. Esas putas se metieron con la persona equivocada, suerte que me han creído a mí y no seré sancionada ni mis padres se enteraran de esto, eso espero.

Me pase el resto de la tarde estudiando para pensar en otra cosa que no fueran problemas ni Tyler, mi vida es una catástrofe, antes era tranquila pero ya no lo es.

***

−Panda, hazme un favor hoy no importa lo mal que te mire haz lo mismo, no quiero que te vuelvan a pegar y menos por mi culpa.

−¿Gracias?

−Sí, gracias−me dio un beso en la mejilla y salió corriendo por la puerta.

−¿Qué acaba de pasar Han?−me pregunto Naya mirándome sorprendida y con la boca abierta.

−No me lo preguntes a mí, no lo sé.

Tyler mostró su lado frió e indiferente, yo le pague con la misma moneda todos me miraban y por primera vez no sonreí ni baje la cabeza, que se jodan, no tenía ganas de fingir ser la chica popular. Yo solo iba a estudiar.

− ¿Estás triste Han?−me pregunto Emma.

−Me siento mal, últimamente no he podido dormir bien, ayer me atacaron, vamos, me siento miserable y perdón por la palabra pero me siento como una mierda. Primero Jason y Hilary y luego las putas de Tyler, todos conspiran en contra mía.

−Exagerada−Hunter lo oyó y me dio una colleja que casi me hace besar la comida.

−Hunter, idiota−le dije y Naya, Emma y Hunter envés de sorprenderse se rieron de mí−. Hasta mis amigos conspiran en contra mía... ¿Hunter no habrá sido tu culpa por señalarlas?

−Nunca te había oído ese tipo de palabras tan seguido Han. ¿Me has visto? Estoy de una pieza.

−Hunter soy una chica no me puedes pegar tan fuerte y menos después de verme con estas pintas.

−Anda sonrie un poco.

−¿Quieres que te clave el tenedor para sonreír más?

−Han se nos ha hecho rebelde, ¿la mordió alguna de esas perras rabiosa?-pregunto asustado a Naya y a Emma que solo se rieron de él.

−No me sorprendería-le contesto Naya negando con la cabeza.

−Mejor cambiemos de tema, Hunter intenta que Han le pegue y no queremos más sangre.

Todos se rieron y yo les acompañe. Al menos me hacen reír. No había otra mesa, ¿no podía haber cogido otra mesa? En la mesa del frente estaba Tyler y junto a él las putas que me pegaron.

Esas hormonas que envía Tyler son peligrosas. Hasta a mi me hacen sonrojarme.

Él me miro a los ojos y yo mire a otro lado. Que te pillen mirando pensando en hormonas, eso es vergonzoso.

−Han te estás sonrojando−murmuro Naya para que solo lo oyera yo.

Mierda.

Yo volví a mirar y él me sonrió. Creo que esas sonrisas empeoran las cosas siempre, lo hace a propósito. Sabe que causa ese efecto en las mujeres, él me dijo que me iba a mirar mal no que me iba a sonreír.

−Le he puesto picante.

−Cuéntale ese cuento a otro Han ese picante tiene nombre.

−No es lo que piensas.

−Siempre que dicen eso las cosas no salen bien...

No es lo que crees. Llegue a casa cansada, muerta en vida y vi mi sofá ahí sonriéndome. Las clases me están drogando y la falta de sueño también.

Puse una sábana y adiós mundo cruel.

Soñé con Tyler. Me estaba sonriendo y me llamaba, así fue como me caí del sofá y oí unas carcajadas.

−Un panda que sonrie de forma pervertida nunca había visto algo como eso.

−Deja de llamarme así.

−Cuando dejes de tenerlas−me tendió su mano y yo la cogí, me levanto, estaba pegada de él, sentía su calor, por si fuera poco no dejaba de verme directamente a los ojos, paso su pulgar por el arañazo−. ¿Te sigue doliendo?

−No, yo soy fuerte esas cosas no me duelen−lo que me duele es esta cercanía que intenta ponerme a prueba.

−Ayer estabas llorando como una niña de cinco años−volvió a esbozar una sonrisa y yo me separe de él al menos me ha traído a la realidad−. ¿Tienes la tarea de biología?

−¿Tú haces los deberes?

−Siempre.

−Les voy a hacer y luego te los dejo.

−Yo hago la cena mientras tanto.

-Trato hecho.


Ni cambios ni devolucionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora