Capítulo Cincuenta y Tres

28 4 0
                                    


Aquella noche no pude dormir, el sofá estaba muy incómodo y encima por alguna extraña razón el insomnio no me abandono en toda noche, bueno, la razón no era tan extraña razón, no pude dejar de pensar en Tyler.

Aquello que sentía con Connor no estaba bien, era una traición en toda regla, Tyler nos odiaría de por vida, no podía permitir que Connor dejara de ser su amigo por mí, lo nuestro no debía ser y listo quizás si todo fuera distinto no me importaría, pero en nuestra situación no era lo debido y aunque lo prohibido tentara más de la cuenta, mis pensamientos me estaban matando. Así que a las nueve de la mañana me fui sin decir "adiós", no podía verlo no quería joder nuestra amistad, cuando llegue a casa me invente una excusa para no verle aquel día, ni al siguiente, no hasta poner todos mis sentimientos en orden así que acudí a la voz de sabiduría, la única que escucharía mis penas en aquel momento, Naya.

—¿Qué me aconsejas? Debo o no debo, siempre he pensado que no es bueno meter a amigos en rollos amorosos porque no solo pierdes el rollo también pierdes a un amigo, pero está mal, Naya, me siento culpable y no quiero joderlo todo.

—¿Tú qué quieres Han?

—No lo sé, ese es el problema, no he dejado de querer a Tyler y no creo que lo haga, pero no quiero utilizar a nadie para olvidarle y menos a Connor.

—Connor es un buen chaval y está buenísimo, pero es su amigo y nada más y nada menos que su mejor amigo, yo pensaría las cosas bien, ¿qué pasaría si Tyler volviera? ¿qué harías dejarías a Connor para volver con Tyler o seguirías con el sin arrepentirte de nada?

—Uff, no sé qué hacer—sin querer empecé a llorar—. Quiero que vuelva Tyler, pero joder se fue sin más sin decirme ni siquiera una razón, pero no quiero herir a Connor, me gusta, pero sería injusto de mi parte hacerle esa putada. No puedo, no.

—No te cierres de nuevo Han, quiero que seas feliz, pero Tyler perdió su oportunidad cuando se fue y si ese tío ha estado ahí merece una oportunidad, pero debes pensarlo en fríamente porque el único defecto de Connor es ser el amigo de Tyler, pero ese es su problema no el tuyo así que deja de llorar, por favor, odio no poder estar ahí cuando más me necesitas, saldrás de esto Han porque eres de las personas más fuertes que conozco y aunque ahora todo parezca una mierda verás que con el tiempo...

—¡¿Cuánto tiempo se supone que estaré así?! Todo el mundo me dice que con el tiempo todo mejorara, pero es que cada vez me siento peor, ni siquiera recuerdo su voz, como es eso posible, lo extraño, pero de qué me sirve sí sé que nunca va a volver y luego está el otro que joder yo quiero, pero es Connor y eso nadie lo va a cambiar.

Estuvimos hablando por lo menos una hora hablando hasta que Naya tuvo que irse a su trabajo de medio tiempo, me quede mirando al techo con la esperanza de encontrar alguna respuesta hasta que el timbre empezó a sonar, no estaba de humor para nadie, pero tuve que ir, fuera estaba Connor... este tío está llegando al punto de acosador.

—Sé que me escuchas, Siobhan, venga abre la puerta, tu amiga me ha llamado, tenemos que hablar, sobre lo ayer lo siento, no debí sobrepasar los límites, te he confundido y lo siento, lo que menos quiero es hacerte sufrir...

—Eres un imbécil tío, te estas esforzando con alguien que no te merece, sabes que no podemos estar juntos por vente mil razones...

—A ver Siobhan con esta puerta de por medio se me hace difícil hablar contigo sabes.

No quería verle, pero conociéndolo iba a ser capaz de entrar hasta por la ventana del techo. Como pude abrí la puerta y el me abrazo, aquello me descoloco totalmente, todo aquello que tenia pensado hacer o decir, había sido olvidado por aquel abrazo, respire hondo y lo separe de mí.

Él me miro sin saber que me pasaba, ni yo misma sabía que me pasaba, pero sabía que nosotros no teníamos un futuro, era imposible teniendo en cuenta que la sombra de Tyler nos perseguiría hasta hacernos separarnos, lo mejor era cortar todo aquello por lo sano.

—Lo siento...

—No hace falta que te disculpes, yo he sido la que te ha confundido dándote esperanzas inexistentes, lo siento, te he utilizado, pensé que si me acercaba a ti sabría antes el paradero de Tyler, pero por desgracia sabes igual que yo, no te necesito, tú mejor que nadie sabes que no has sido de mi agrado eso y tu estilo de vida tan bohemia, no van conmigo.

—¿Qué estupideces estás diciendo?

—Te digo que te vayas de mi puta vida, que me deje en paz y vuelvas con tus amiguitas, que ya no te necesito, ¿Eres tonto o te lo haces? Te he dicho que te vayas de mi puta casa y me dejes en paz.

—No, no hace falta que me repitas nada, se irme donde sobro, —estaba que chispeaba del enfado, me dolía verle así pero debo ser fuerte, le haría infeliz tarde temprano—. Eres una amargada, espero que te des cuenta de una vez por todas que no va a volver, sino lo ha hecho ya es que no lo va a hacer, pero a ti que mas te da si solo te importa lo que te pase a ti, porque crees que todo el mundo gira a tu alrededor, igual esa es la única razón por la que se fue por ti y tu puto ego—me grito, fue involuntario el hecho que mi mano le diera una hostia, no quería pegarle pero me dolió—. Que te vaya bien, Siobhan espero que llegue otro pringado que soporte tus berrinches de niña pija porque yo por ahí no vuelvo a pasar ni por toda la pena que te tenga.

Y con sus dos santos cojones, Connor cogió y dio un portazo y me dejo allí con la boca abierta, la puta niña pija de los berrinches lloro, lloro porque aquellas palabras en el fondo tenían algo de razón y porque el único amigo que le quedaba, la única conexión con Tyler había desaparecido quizás para siempre. 

Ni cambios ni devolucionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora