Una semana después volví a encontrarme con el stripper de Hollister.
-¿Qué hace una chica como tú en un Starbucks?
-¿Tomar un café?-pregunté retóricamente.-¿Quieres probar?
-Ya he tomado muchas veces, preciosa.
-Pensé que daba miedo.
-Y lo das. Pero tienes carácter, seguro que eres buena en la cama.-Oh, no has dicho eso descerebrado, pensé.
-Sí que lo soy.-Sonreí, le quité la tapa al café y se lo tiré encima.
Todos se quedaron mirándonos.
-Eso es lo que le pasa a los gilipollas que van de mojabragas por la vida.
-¡Me las pagarás Punky!-me gritó.
-El que vas a pagar eres tú, aún no me habían cobrado el café-le dije riéndome y saliendo del Starbucks.
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Fucking Society.
Short StorySer juzgada nunca antes le dolió tanto. Punky. Activista. Orgullosa de pasar la tarde en un cementerio con sus amigos del grupo de alcohólicos anónimos. Feliz al margen de los estúpidos prejuicios de la sociedad. *** -Das miedo-me dijo el chico que...