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En capítulos anteriores del pasado...

No encontraron a los culpables. Ally alegó que ella no me había dado ningún cóctel.
Eliminaron el comprometido vídeo de YouTube, pero incluso ahora en el presente estoy segura de que aún hay gente que lo conserva en su móvil.

Todo terminó en que yo lo había planificado para llamar la atención. Me expulsaron porque el "incidente" estaba dando mala fama al centro escolar. Mi padre me dijo que era una vergüenza y me echó de casa.

John me dio cobijo cuando más lo necesité, pero su apoyo no era suficiente para calmar el dolor.

Las drogas de nuevo se presentaron ante mí como la solución. Consumía en medidas menores que en un pasado, por eso John tardó en enterarse.

Los dos siguientes meses a eso estuve muy enferma, pensé que era por las drogas.

Pero no.

Estaba embarazada.

El bebé, murió poco después, las drogas lo mataron, yo lo maté.

Capítulo 78.

Dos años y dos meses atrás

Pero ni siquiera matar a mi bebé me enseñó. De hecho tras su muerte comencé a consumir drogas con muchísima más frecuencia. John se enteró y habló con mi padre, que me obligó a entrar de nuevo en el centro.

Pero hoy quería escribir sobre como John me dio cobijo.

Desde pequeña conocía a John porque mis padres me habían llevado a su galería. No entendía bien de que vivía si solo hacía exposiciones cada dos meses o más. Pero luego descubrí que cuando no hacía exposiciones algunos artistas le llevaban cuadros y él los compraba para revenderlos más caros. Y también dibujaba encargos y los vendía. El local en el que se encontraba la galería tenía dos pisos, John vivía en el segundo y tenía una habitación de sobra.

Después de que mi padre me echara de casa, por "ser una vergüenza", no supe a quién acudir más que a John, quien me recibió con los brazos abiertos.

Llevaba dos semanas allí. Ese día tenía que hacer un cuadro que John me había encargado. Algo bonito, para el recibidor de una pareja algo estirada, me pidió.

Mi estilo al dibujar solía ser algo deprimente, y casi siempre en blanco y negro, con solo un lápiz.

John me enseñó nuevas técnicas, y me proporcionó materiales con los que nunca antes había pintado. Ese día estaba probando el carboncillo, era una especie de lápiz negro, buenísimo para difuminar.

Comencé haciendo trazos sin pensar, solo para probar el carboncillo.

Paré cuando se me rompió por la mitad. Pero aún se podía utilizar, hice unos pocos detalles y estaba listo. Era un ángel y un demonio, el demonio tenía pastillas en la mano y el ángel alargaba su mano para cogerlas, caía ante la tentación.

—Da algo de miedo, pero está muy bien—me dijo John.

—Gracias.

—Si haces otra versión más grande y pones una manzana en vez de drogas podría servir para el encargo.

—¿Y si pongo drogas con sabor a manzana?—Se rió.

—Esa es una broma malísima.—Pero siguió riéndose.

—Soy capaz de hacerlo. Pastillas con una manzana dibujada, ni para ti ni para mí.

—Mejor haz otro dibujo para el encargo, y en color.

—Está bien.

John también estaba haciendo un dibujo, me acerqué a verlo. Era un chico, tendría más o menos mi edad.

—Tiene algo raro en la cara, pero el dibujo está increíble.

—Sí, tiene algo raro en la cara, pero así es en la vida real.—Lo observó con nostalgia.

—¿Quién es?

—Alguien a quien hace mucho tiempo que no veo.

Siguió dibujando y yo volví a lo mío. Terminé haciendo el mismo dibujo en grande, pero en vez de drogas no puse nada. Esta vez el diablo invitaba al ángel a irse con él al infierno, le extendía su mano vacía y el ángel la aceptaba. Realmente no había mucha diferencia de significado con el dibujo anterior.

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John <\3 cuánto tiempo

Me encanta describir los dibujos de Holy

Fucking Society.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora