Fucking Society.

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Respondan  todas las preguntas y subo mañana.

Y los votos superan bastante a los comentarios, por unos 900. Aún están a tiempo de superarlos. ¿Pero les importaría si cambiamos lo de maratón de tres caps por capítulos especiales ?(tipo narrados por Jasher, y si quieren un maratón de caps especiales)

Es que quedan muy pocos capítulos.
Y no quiero que termine <\3
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En esta carta relataré el cumpleaños de Kye, que fue días después de lo narrado en la última.

Elty metió una caja gigante envuelta en el maletero. No quiso decirme lo que era, dijo que era una sorpresa. Posteriormente metimos la bolsa con todo lo que habíamos comprado entre los dos.

Condujo hasta casa de su tía y bajó el regalo con mucho cuidado. Yo bajé el otro.

Su tía nos recibió con dos besos y fuimos al salón.

Kye estaba jugando a videojuegos. Me forcé a no mirarle con pena. Él había salido adelante, no tenía que mirarle con pena, eso le haría sentir mal.

—Hola—saludó Kye sin quitar su mirada de la pantalla.

—¡Felicidades campeón!—exclamó Elty y se acercó a abrazarle. Le susurró algo al oído y Kye sonrió.

—¡Feliz cumpleaños!—Le abracé también y me devolvió el abrazo.

—No sabía si aún estabais juntos. Eltián no me cuenta nada.—Rodó los ojos.—Pero veo que sí.

—Siempre ha sido algo cerrado—añadió su tía.

—Estoy aquí—recordó Elty y nos reímos.

Su tía trajo un montón de comida y empezamos a picotear. La silla de Kye no quedaba a buena altura de la mesa y él sólo pasó de su silla a una de las de la mesa.

—¿Dónde está mi regalo?

—Te lo daré después—le dijo Elty—. Te va a encantar.

—¿Es un videojuego?

—Mucho mejor.

—¡Pinturas! ¿me has comprado esas acuarelas que tienes tú?

—Es sorpresa. Y lo que te gusta, que tengo yo, son óleos.

Continuamos comiendo y la tía de Elty nos contó que Kye había ganado un concurso de dibujo en el colegio, que el suyo era el mejor con diferencia. Él se sonrojó.

—Los demás no tienen un hermano mayor—añadió. Elty sonrió ampliamente. Al parecer las cosas entre ellos ya estaban definitivamente bien.

—Yo te he ayudado un poco, pero el mérito es tuyo. Realmente es una pasada como dibuja.—Yo había visto pocos dibujos de Kye. Elty se levantó y trajo una carpeta con muchos más. Y joder, si que dibujaba a bien, se notaba que eran dibujos de un niño pequeño, pero eran increíbles. Yo a esa edad no dibujaba ni la mitad de bien que él.

—Son alucinantes Kye.

—Gracias.—Sonrió tímidamente. La tía trajo la tarta y colocó las nueve velas, era bizcocho de chocolate con mermelada de frambuesa dentro.

Las encendí y Elty cogió su móvil para grabar.

—No te olvides de pedir un deseo—le recordó Elty.

Comenzamos a cantar y al terminar Kye sopló.

—¡Ahora los regalos!—exclamó emocionado. Era bonito verle actuar como un niño después de todo lo que había sufrido y la madurez que había demostrado en otras ocasiones.