Gracias por los más de 200 comentarios en el cap anterior, me animaron mucho :)
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En capítulos anteriores del pasado...
—Volverás al centro de desintoxicación en cuanto te den el alta.—¡¿Qué?! ¡No!—grité.
—No estás bien Holy, sé que jamás te traté como te merecías, y te he dicho cosas horribles, pero muy en el fondo te quiero un poco. Y no voy a dejar que mueras así.—Una lágrima cayó de su ojo derecho, la secó y se fue.
Capítulo 88.
Esta vez tenía una compañera de habitación. Lo que me faltaba.
—Jenevie—me dijo sin siquiera saludar primero. Extendió una mano esperando que se la apretase. No lo hice.
—Holy—respondí secamente.
—Otra antipática. Nos llevaremos fatal, o genial.
—No vine aquí a hacer amigos, simplemente ignorémonos.
—La estancia aquí se hace más rápida con amigos. Y te conviene tener.
—¿Por qué?—Me reí y me crucé de brazos.
—Llámalo amigos o llámalo contactos, pero te serán necesarios si quieres conseguir drogas—me susurró.
—Es imposible consumir estando aquí.
—No es imposible hacerlo de vez en cuando.
—Sí lo es si no tienes nada que dar a cambio.
—Nadie aquí tiene dinero. Pero las mujeres tenemos algo que le interesa a quién las vende.
—Dios, eso es como prostituirse.
—¿Y qué? Es una forma de ganarse la vida y a veces de las más duras, no debería verse como algo tan malo.
—Igualmente no lo haré.
—¿Y si te las consigo yo?
—¿Cómo si nada?
—Ya veré cómo cobrarme el favor.
—No debería. Por algo estoy aquí.
—Pero quieres.
—No, no quiero—mentí. Porque esa vez aunque tampoco quería estar allí, sabía que tenía un gran problema y tenía que solucionarlo. Las palabras de mi padre resonaban en mi mente: "Una chica de tu clase te encontró inconsciente y llamó a la ambulancia. Si hubiese tardado un poco más estarías muerta."
—Cuando dejes de mentirte a ti misma avísame.
Estaba agotada así que me dormí un rato. Allí habían unos horarios estrictos para cada comida, si no hubiese sido porque Jenevie me despertó, me habría quedado sin cenar.
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Fucking Society.
Historia CortaSer juzgada nunca antes le dolió tanto. Punky. Activista. Orgullosa de pasar la tarde en un cementerio con sus amigos del grupo de alcohólicos anónimos. Feliz al margen de los estúpidos prejuicios de la sociedad. *** -Das miedo-me dijo el chico que...