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Pensé que el ascensor se pararía o algo, pero a pesar de los extraños ruidos conseguí llegar abajo.

Al día siguiente al funeral de Shoon, y lloré, llevaba mucho tiempo sin dejar que las lágrimas cayesen.

¡Me indignaba y me partía tanto el corazón!

Seguramente en este preciso instante en que escribo esto otra persona más o muchas más se acaban de suicidar, y otras están apunto de hacerlo. Y cuando tú estés leyendo esto también.

Porque somos siete billones de personas, miles de millones. Una cifra tan alta que en este momento es seguro a cien por cien que mínimo en algún lugar del mundo alguien está haciendo cualquier cosa que te imagines.

A un niño se le acaba de caer un bocadillo de nocilla, a otro uno de queso.

Una niña está llorando por el divorcio de sus padres.

Hay gente que entra al colegio en un minuto y gente que sale en media hora.

Gente tendido sexo vainilla, gente tendiendo sexo duro.

Cualquier cosa que te imagines.

Y obviamente miles o millones de personas haciendo daño a otras, desde el psicológico hasta el físico, y miles o millones sufriendo.

Todo eso en este preciso instante.

Desde que era pequeña siempre me paraba a pensar en cosas como esa.

En lo grande que es el mundo.

Quizás te has cruzado dos veces con la misma personas en distintos países y no lo sabes.

-Shoon me habló de ti los últimos meses. Te cogió mucho cariño-me dijo su madre con la voz quebrada.

-Yo también le cogí mucho cariño.-Busqué a Onik con los ojos, pero no estaba, no quise ni imaginar como debía sentirse.

-Le dijimos a Onik que se fue muy lejos y no volverá. Pero no lo entiende. Lleva toda la semana esperándole en la puerta del colegio y cada vez que alguien toca al timbre sale corriendo.

-Todo es cuestión de tiempo.

-Aún no me parece real-sollozó y la abracé.

Me alejé de allí sintiendo un enorme vacío.

Y con la indignación y el rencor hacia la sociedad y su hipocresía, hacia la gente que formaba parte de ella y hacía daño a otros, creciendo cada vez con más y más fuerza.

Como una llama cuya intensidad no paraba de aumentar. Un fuego que me quemaba por dentro.

Volví rápido a casa y comencé a dibujar.

Al principio solo eran unos ojos tristes y enfadados, pero en seguida se formó un rostro, y más tarde los hombros, los brazos y las muñecas. Por último el lápiz se deslizó sin que pudiera controlarlo, guiándose por lo que sentía, y trazó una cuchilla que amenazaba con acercarse a la muñeca.

La cuchilla estaba formada por palabras.

Horribles palabras con un gran poder.

Y es que, las palabras pueden matar.

______
¿Les gustó?

Amé la metáfora de la cuchilla.

¿Alguna frase que hayan leído en un estado de Whats App o en alguna historia que les guste mucho?

¿De dónde son?

Yo de España.

¿Qué hora es donde viven? ¿Y a qué hora (de su país) preferirían que suba?
A partir de esto podría cambiar la hora a la que subo para que sea más cómodo para todos.

En el siguiente más Helty o Joly.

Lo subo mañana.

Y el siguiente a ese no lo tengo escrito pero seguramente va a ser del pasado.

Les prometo que Jasher no tardará mucho en volver a aparecer.

Fucking Society.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora