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Recuerden que si superan los votos en lo que queda de mes, habrá maratón.

Y si responden las preguntas subo mañana :)

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11 de febrero de 2015—Un año y dos meses atrás.

—Hoy iremos a los jardines—me dijo Jenevie. Asentí satisfecha. Aprendí que con "los jardines" se referían a otro lugar, una habitación en una zona del sótano que ya no se usaba porque habían goteras y no había dinero para arreglarlas. Ahí era donde nos drogábamos.

—Jenevie...nunca te lo digo, pero gracias por todo.

—Eso es lo que hacen las amigas.

—No realmente, pero a mí me sirve.

—Siempre me pregunto si me soportas porque te caigo bien o porque te doy drogas.

—Mucho más por lo segundo.—Se rió.

—A veces eres muy asquerosa, pero no me irritas como la mayoría de la gente.

En esos momentos la apreciaba muchísimo, yo lo pasaba muy mal cuando intentaba desintoxicarme, porque experimentaba el síndrome de abstinencia. Tenía insomnio, vómitos, mareos, ansiedad, falta de apetito...

Y gracias a que Jenevie me proporcionaba drogas todo eso se iba, y bueno, independientemente las drogas me hacían sentir tan bien...

En ese entonces Jenevie era un ángel que vino a rescatarme de un infierno en el que me encerraron.

Pero dios, era un demonio disfrazado de ángel, no, un ángel con las alas rotas, eso sí.

—He conseguido cocaína y éxtasis.—Sonrió.

—Esas no se pueden combinar ni de coña.

—Lo sé, no soy tonta.

Ese día estábamos nosotras solas, pocos más estaban metidos en el asunto.

El éxtasis estaba en polvo, siendo así más puro que en pastilla, y la cocaína también estaba en polvo. Había traído dos bolsitas de cada. Decidimos que yo me quedaría el éxtasis y ella la cocaína. Comenzamos a esnifar con un papel enrollado. Poco después empecé a tener calor y me sentía acelerada.

—¿Sabías que Leik y Freren follaron en el cuarto de limpieza?—me preguntó.

—¿Leik era ese con el que tenías algo y te dejó?—Era muy mala para recordar nombres.

—Sí. Pero ya estoy acostumbrada a que todo el mundo me decepcione y a decepcionar a todo el mundo.

—Entiendo esa sensación. Y...te convences de que tienes que cambiar, pero eso no sirve de nada.

—Sí. En cambio las drogas siempre están ahí, son la única constante en mi vida.—Sonrió ampliamente.

—Creo que tienes una visión diferente a la mía sobre las drogas—le dije—. Yo sigo consumiendo porque me hacen sentir increíble, pero sé que a la larga solo me joden más la vida.

Fucking Society.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora