5 años atrás.
Terminé de hacer la mezcla. Lejía con colacao, pensé que así sería más fácil de tragar.
Puse el vaso en mis labios, algunas lágrimas cayeron dentro de él.
-¿Qué haces Holy? ¿Ya estás tomando una de esas bebidas energéticas baratas? ¿Para que la quieres si no haces ejercicio? Hay que ver como derrochas nuestro dinero, insolente-me dijo fríamente ni madre. Se acercó a mí y tiró el contenido del vaso en la pila-. Y encima huele mal, anda haz algo y limpia el vaso.
Cuando se alejó lo suficiente lo estampé contra el suelo, completamente frustrada y me quité las zapatillas para caminar sobre los cristales, pero nuestra ama de llaves apareció y me echó de la cocina para recogerlos.
Eso sucedió por la mañana, diez minutos después tuve que salir, fingiendo que iba al instituto, mis padres no sabían que me habían expulsado una semana. Estaban demasiado ocupados con su trabajo para ir a la reunión a la que les citó el director.
Me dirigía a una librería, compraría algún libro para desaparecer por horas de mi horrible realidad, pero en el camino pasé por una extraña tienda. Vendían un montón de bebidas, a precios baratos. No pude resistirlo y compré una, tenía sólo catorce años, pero había escuchado que el alcohol ayudaba a olvidar.
Aún tenía pequeñas esperanzas de que todo mejoraría con el tiempo, pero hasta que eso sucediese necesitaba algún apoyo, y no tenía a nadie. Así que el alcohol se volvió mi apoyo, bueno eso pensaba yo en ese momento, pero en realidad era el principio de mi completa destrucción.
Poco después comenzaría lo peor.
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Este capítulo...me partió el corazón.
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Fucking Society.
Short StorySer juzgada nunca antes le dolió tanto. Punky. Activista. Orgullosa de pasar la tarde en un cementerio con sus amigos del grupo de alcohólicos anónimos. Feliz al margen de los estúpidos prejuicios de la sociedad. *** -Das miedo-me dijo el chico que...