Comenten a lo largo del cap/ respondan las preguntas y subiré muy pronto.
Dedicatoria a la persona que más comente.
El grupo de WhatsApp ya está creado :)
Las fantasmas no son bienvenidas, ya lo dije.Quedan 3 capítulos y el epílogo contando este. Solo me falta escribir el epílogo.
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¿Por dónde comienzo?Me queda muy poco por contar, y aún no estoy lista para irme.
Pero en fin, estas cartas las comencé hace dos meses.
Las escribo desde un centro de desintoxicación.
Y no, no volví a caer. Me lo replanteé, pero fui fuerte y no me drogué, no por opción propia.
Mi madre comenzó a visitarme con frecuencia después de la muerte de Bho. Lo de suicidarme lo decidí en cuanto acepté la muerte de Bho, tenías mis dudas, pero mi madre me las aclaró.
Bho me había dejado a mí toda la herencia, y obviamente mi madre no estaba feliz con ello.
En fin, ella insistía en hacerme la comida cada vez que venía, y yo estaba tan deprimida y sin ganas de hacer nada que se lo permití. Durante ese mes seguía en mi casa y ya había comenzado a escribir las cartas. Pasado el mes la policía apareció en mi casa.
Ni siquiera me dijeron por qué habían venido. Pero me lo imaginé al ver a un perro acompañándoles. Me sacaron de casa, me esposaron y me metieron en el coche. Como supuse aunque no tenía sentido, habían encontrado drogas en mi casa. Y tras hacerme unos análisis también habían encontrado en mi organismo. Repetí una y otra vez que debía ser un error o una trampa, no me escucharon. Dada mi situación psicológica me libré de ir a la cárcel con la condición de ingresar en un centro de desintoxicación.
En ese momento vi todo claro. Escribiré una de las escenas que mejor recuerdo.
Este fue uno de los últimos días que mi madre me visitó.
Le abrí gustosa, empezaba hasta a caerme bien, ella era mi único apoyo y se lo agradecía. Jasher había desaparecido sin más.
Me abrazó como siempre cuando llegaba. Ese día se veía más feliz que de normal, a ella no le había afectado tanto la muerte de Bho. Dios, la odio tanto.
Todos los días traía una bolsa con lo necesario para prepararme la comida y una vez a la semana me traía varias bolsas con la compra general. Prácticamente todo comida precocinada, justo lo que quería, porque no tenía ganas ni de cocinar, a duras penas la metía en el microondas.
También traía un chocolate casero. Estaba realmente delicioso, no se parecía a ninguno que había probado. Mi teoría es que dentro de ese chocolate había droga. Aunque realmente tuvo oportunidad de metérmela en cualquier comida. En fin, no encontraron ninguna muestra de ese chocolate y mi madre afirmó que me traía uno del supermercado, hasta guardaba todos los recibos. Y no se molestaron en revisar sus cuentas porque dado mi historial y lo que había ocurrido no era para nada de extrañar que me hubiese drogado.
Nuestras conversación comenzaba cada día con un:
—¿Cómo estás?—Por parte de ella.
—Mejor o mal.—Por parte mía.
—Deberías ir a visitar a Elty—me dijo ese día.
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Fucking Society.
Historia CortaSer juzgada nunca antes le dolió tanto. Punky. Activista. Orgullosa de pasar la tarde en un cementerio con sus amigos del grupo de alcohólicos anónimos. Feliz al margen de los estúpidos prejuicios de la sociedad. *** -Das miedo-me dijo el chico que...