Estaba con mis amigos del grupo de alcohólicos anónimos, sentados en un cementerio. Mucha gente iba allí y se sentaba tan tranquila como si fuese un parque, algunos hasta se hacían selfies.
Y había un cártel que decía: Prohibido botellón.
La primera vez que lo leí, y vi a dos estúpidas haciéndose selfies con las tumbas de fondo me descojoné bien.
A estos dos amigos los conocí hace ya dos años. Ahora yo ya no era adicta al alcohol, pero seguía bebiendo de vez en cuando.
-Esta noche fiesta en casa de Nicholas. ¿Vendréis?-nos preguntó el pelirrojo a mí y a Hirdy.
-Sexo y alcohol. ¿Por qué no?-se rió ella.
-Esta tarde organizaré una nueva manifestación, pero no creo que termine muy tarde. Iré-les dije.
-¿De qué es esta vez?-me preguntó el pelirrojo.
-Contra la anorexia. Ya hemos hablado con varias tiendas, y han aceptado que si se los regalamos pondrán nuestros maniquíes y quitarán los esqueléticos de sus escaparates. Uno de los que participa en las manifestaciones hace esculturas, así que tenía los materiales, nos enseñó, y los hicimos entre todos. No son perfectos, pero así se transmitirá mejor nuestro mensaje de que no importa si tienes barriga, caderas anchas...tampoco si no tienes curvas, siempre que no estés tan delgada que llegue hasta el punto de que puede no ser sano...De que no importa como seas por fuera, y más específicamente, no importa tu peso siempre que no llegue a puntos extremos en los que tu salud se vea altamente perjudicada.
-Es admirable lo que haces, Holy.
-Solo intento mejorar nuestro pequeño pueblo, que forma parte de nuestra mierda e injusta sociedad.
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Fucking Society.
Short StorySer juzgada nunca antes le dolió tanto. Punky. Activista. Orgullosa de pasar la tarde en un cementerio con sus amigos del grupo de alcohólicos anónimos. Feliz al margen de los estúpidos prejuicios de la sociedad. *** -Das miedo-me dijo el chico que...