-85-

756 115 92
                                    

Probamos a dormir en la misma cama, pero Elty roncaba mucho, así que al tercer día ya decidimos dormir en habitaciones separadas.

Por las mañanas se iba a trabajar a la CIA, pero la mayoría de los días volvía a la hora de comer y ya no tenía que volver.

Yo también trabajaba solo medio jornada, por si quien lea esto lo ha olvidado, trabajaba en una empresa de publicidad de chica de los recados.

Aprovechaba para registrar su habitación y otras partes de la casa cuando él no estaba, yo salía antes de trabajar. Ambos sabíamos perfectamente los motivos de mi mudanza, pero registrar mientras él estaba aquí sería más incómodo.

Viviendo allí descubrí que Elty cocinaba genial. Al sótano en el que Elty guardaba todo lo que dibujaba tardé en bajar, estaba cerrado con llave.

—¿Por qué cierras con llave el sótano?—le pregunté.

—La gente es curiosa y no me gusta que cualquiera que venga pueda bajar y ver los dibujos, son algo personal para mí.

—¿Y por qué no tienes ordenador?

—La CIA no me deja.

—Bho me dijo que erais peligrosos Jasher y tú.—Se rió.

—Supongo que cualquiera que pude robar millones en minutos sin dejar rastro es peligroso.

—¿Tan bueno eres?

—Sean es mejor que yo, él si es un peligro, por lo de cleptomanía.

—¿Ha habido algo entre Jasher y tú?—pregunté sin rodeos. La idea había estado rondando en mi cabeza.

—No en ese sentido, solo hemos sido amigos, grandes amigos.

—Estás mintiendo.

—No estoy mintiendo. Fue como un hermano para mí y yo para él. —habló firme—. Hay una habitación que no has visto, sígueme.

—¿A qué viene eso ahora?

—A que me acabo de acordar.

Comenzó a andar y le seguí sin poder evitar mirarle el culo. Esos días mis hormonas estaban más alborotadas que de normal.

—¿Estás mirándome el culo?—preguntó Elty y se rió.—Es la primera vez que te veo ponerte roja.

Me tapé las mejillas con las manos.

Entramos en la habitación y no había nada. Solo un armario incorporado en la pared, que al igual que todas las paredes era blanco.

Elty abrió el armario emocionado, dentro había un montón de utensilios para pintar y docentes pinturas. Después llamaron mi atención unos sacos transparentes con polvos de colores, pintura en polvo. Elty sacó los sacos.

—Siempre quise hacer esto desde que vi esta habitación. No es una fantasía sexual aunque tu mente pervertida vaya a pensar que sí.

—Oye.

—La idea es desnudarnos...

—Y dices que no es una fantasía sexual.

—Déjame terminar.—Se rió.—Bueno, nos desnudamos, menos la ropa interior, aunque el sujetador si podrías quitártelo—sonrió perversamente—, bueno, nos cubrimos con la pintura en polvo y nos revolcamos en la pared haciendo siluetas.

—Me gusta.

Le quité la camiseta. Elty apenas tenía abdominales, tenía algo raro en la cara, y no era muy guapo, pero todo eso me daba igual. Desabroché su cinturón y baje sus pantalones lentamente.

Fucking Society.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora