Se vuelve a ver el trozo final del capítulo anterior, pero desde la perspectiva de Holy. Porque tengan en cuenta que ella está documentando como todo lo importante en cartas, y el capítulo anterior era narración de Elty.
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Entré a la habitación de Elty y no estaba. Había una nota.Fui a ver cómo estaba Kye.
Dios.
Fui corriendo a la habitación de Kye, no quería ni imaginar cómo habría reaccionado.
Kye me dijo que Elty se acababa de ir.
Me estiré de los pelos frustrada y asustada por lo que Elty podría estar haciendo. Iba caminando por el pasillo y escuché un ruido. Provenía del baño.
Corrí hasta el servicio y entré, un espejo estaba roto.
—¡Elty!—grité.—¿Estás ahí?—pregunté angustiada.
No obtuve respuesta. Sólo había una puerta cerrada, me agaché para mirar por el hueco que hay entre la puerta y el suelo. Le vi, con un cristal.
—¡Elty! ¡Abre!—le chillé y comencé a dar golpes a la puerta.
Mi respiración se aceleró y el dolor y la desesperación comenzó a salir por mis ojos en forma de lágrimas.
Seguí pegando golpes a la puerta.
—¡Elty! Elty, por favor. No lo hagas.
La puerta era de esas que tienen el pestillo que se gira, y aunque cuesta se puede abrir desde afuera girando la tuerca de metal.
Tardé menos de lo que esperaba en conseguir abrir.
Me quedé totalmente impactada al verle así. Su muñeca estaba completamente llena de sangre. Tenía ojos de desquiciado, como un niño perdido, roto.
Le quité el cristal bruscamente.
Más gotas saladas cayeron por mis mejillas.
Le amaba, le amaba y me destrozaba verle así.
—No lo iba a hacer. Solo quería sustituir por un momento el dolor. Lo hice poco profundo—dijo con la voz ronca.
No supe si creerle, pero él no podía ser tan egoísta. No era posible que realmente hubiera querido irse, y dejar a Kye.
Ese día me di cuenta de que me había hecho dependiente de él. Que no sabia que sería de mí si él desapareciese. Podría soportar el dolor de una ruptura, pero su muerte...seria como mi propia muerte. Él era una parte de mí.
Me había enamorado de Elty, le amaba tanto que dolía.
Le abracé.
—El dolor emocional no se puede sustituir ni evaporar. No vuelvas a hacerlo. —Él empapó mi hombro y yo el suyo—. Nunca. Nada.
—Nada—prometió.
Lavé la muñeca de Elty y se la vendé, había ido a por un botiquín.
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Fucking Society.
Short StorySer juzgada nunca antes le dolió tanto. Punky. Activista. Orgullosa de pasar la tarde en un cementerio con sus amigos del grupo de alcohólicos anónimos. Feliz al margen de los estúpidos prejuicios de la sociedad. *** -Das miedo-me dijo el chico que...