Capítulo 6: Conociendo a mi otro yo

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Días después, en la mansión Being, Joaquín aparece cantando y bailando.

― ♫ Vamos de paseo pi pi pi ♫ en un auto lindo pi pi pi ♫ y esto si me importa pi pi pi ♫ porque me gusta la torta pi pi pi ♫

Mariana se ríe.

― ¿Qué haces? Y así no es la canción.

― Claro que así no es, pero mi versión es mejor ― él le contesta ― ¿Preparada?

― ¿Para qué? ― le pregunta.

― ¡Para ir de paseo! ¡¿Para qué más?!

― ¿Eh?

Y se fueron en el auto.

― ♫ El viajar es un placer, que nos suele suceder, en el auto de Joaquín, nos iremos hasta el fin ♫ ¡Vamos de paseo! ♫ ― seguía cantando mientras conducia.

― ¡Puedes parar! Cantaste todo el viaje ― Mariana se quejaba mientras viajaban ― está bien un poco, pero no todo el tiempo.

― Pero si no me aburro ― hace puchero y luego detiene el auto ― a menos que tú...

― No ― le dice firme.

― ¡Ufa! ¡A cantar se ha dicho! ― arranca el auto y sigue cantando.

Se dirigían a una nueva reunión pero esta vez eran como unas mini vacaciones. El establecimiento a donde iban tenía pileta, masajes, lugar de comida y mucho más. Joaquín estaba feliz, al fin un poco de descanso por su arduo trabajo.

Entrando al estacionamiento, aparca el auto y baja de el, pero se da cuenta que Mariana no lo hace, abre la puerta del lado de ella preguntándole.

― ¿Bajas?

― No ― lo dice tensa.

― ¿Qué pasa?

― Siento una sensación extraña, no debo bajar, siento que algo me lo dice.

Joaquín mira de punta a punta el estacionamiento.

― Estacionare... en otra parte.

Y corre el auto entre medio de otras líneas del parking.

Mariana pregunta.

― ¿Qué extraño? ¿Qué fue eso?

― A Liz no le gusta esa parte del estacionamiento por eso sentiste molestia.

― No, no fue molestia, fue culpa.

― ¿Culpa? Liz no siente culpa por nada.

― ¡Te digo que sí! ― Mariana se enoja.

― Bueno, si tú lo dices ― y se dirigen a la entrada mientras Joaquín observa detenidamente el lugar donde estaciono.

<< ¿Culpa? Eh, quien lo diría >> él pensó.

Dentro, Dylan estaba sentado en el lugar de comida leyendo unos papeles del trabajo y Mariana lo interrumpe.

― ¿Y el protocolo? ― ella bromea.

― Trabajo, no puedo ser tu chofer siempre ― él le contesta mirando para otro lado.

― Bueno dejo a los prometidos solitos, yo tengo que encargarme de asuntos familiares ― señalando la llegada de su hermano, Joaquín se dirigió hacia la entrada.

Ella observo detenidamente esa puerta y otra vez sintió esa sensación, sin darse cuenta pronuncio.

― Daiane ― luego reacciona ― ¿Qué?

Reencarna solamente una vez (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora