Capítulo 33: Una cita con ¿Mariana?

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Luego del escándalo de la boda, los días volvieron a ser normales, Joaquín seguía en el cuarto de huéspedes, Dylan ignorando todo aquello que se le había planteado y Mariana preguntándose por Santiago que no volvió a aparecer.

― ¿Estará bien? ― dice ella sentada en el sillón del living.

― ¿Te refieres al enano? ― pregunta Joaquín que venía de la cocina comiendo una porción de chocotorta

― ¡No es enano! ― lo defiende.

― Soy más alto que él, así que, si, si es enano.

― Oh el señor ego está hablando ― lo carga.

Él lame sus dedos al quedárseles manchados por el chocolate y termina de comer la porción, sonríe.

― Si no estaría, no sería Joaquín León ¡El más sexi de todos!

― Bueno "Señor Sexi" nos fuimos de tema...

Joaquín saca de su bolsillo una hoja que tiene un símbolo escrito.

― Ayer tiraron esto bajo la puerta.

― ¿Y qué significa? ― lo agarra.

― No sé, no soy de brujilandia para saber su idioma ― bromea.

Mariana lo mira entrecerrando los ojos.

― No me causa.

Él se ríe.

― De acuerdo, no sé qué dice, pero sé que quiere decir cuando esa mujer manda estos raros papeles ― lo señala.

― Habla ― le exige.

― Que tu ex novio se encuentra bien.

― Sigo sin entender.

Joaquín suspira y agarra el papel.

― No sé bien cómo explicarlo, no soy brujo pero esa mujer mando esto para que sepas que está bien ― mira el papel ― ¿Qué cumplió su misión? Creo que explica algo así el dibujo.

― ¿Y cómo lo sabes?

― Porque ella ya lo había hecho antes, lástima que no nos sirve para encontrarla, así convenceríamos más fácil a Competidor.

― Si... ― baja la vista triste.

― Eh ¡¿Qué es esa cara?! Te dije que lo conseguiré...

― Y yo te dije que no dejaría que Elizabeth desapareciera, aún no he logrado nada, es más, hace rato que no vuelve, no podrás arreglar las cosas con ella...

― Esta demasiado triste para hacerlo ― Joaquín explica.

― ¿Eh? ― levanta la vista.

― La persona que más sufre emocionalmente es la que menos usa el cuerpo, me lo dijo Roxanne y Liz me lo confirmo, es por eso que va a desaparecer, no puede consigo misma ― habla seriamente y con ojos tristes ― yo... no puedo hacer nada para ayudarla, llegue tarde y luego mis palabras la empeoraron.

― ¡Perdón! ― grita Mariana y se levanta del sillón ― perdón, perdón, perdón ― repite varias veces.

Joaquín se sorprende.

― ¿Qué?

― Te hice recordar un momento feo, lo siento.

Él le sonríe.

― No hay problema, de igual forma la situación no se puede ignorar por siempre.

― ¡Tengo una idea! ― Mariana aumenta la voz levantando sus puños.

Reencarna solamente una vez (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora