Capítulo 27: Lejos de ti

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Dylan llega a Macmillan a paso veloz, enojado, furioso, nadie se atreve a acercarse, cuando entra en su oficina cierra la puerta de un portazo y se sienta en el escritorio, intenta distraerse con unos papeles, pero el hombre más celoso de esa empresa no podía mantenerse tranquilo, su pie no podía quedarse quieto, pisaba una y otra vez en el suelo muy enfadado, su ceño fruncido se mantenía al mirar las planillas intentándose distraer.

La secretaria entrar golpeando la puerta y le da un aviso de que "Fernando Rivera" quería tener una reunión con él, lo hace pasar y comienzan una conversación que empieza el padre de Joaquín.

― La fecha se acerca ― exclama al sentarse en la silla del frente.

Dylan hace una sonrisa falsa que demuestra desconcierto.

― Así que fue usted quien le metió las ideas locas de la boda a mi padre.

― Sí, he sido yo ― lo dice muy confiado.

― ¿Y ha venido a convencerme? ― levanta una ceja.

― Si, encontré la manera ― Fernando sonríe.

Dylan se cruza de brazos apoyándose en el respaldo de la silla con una cara seria, lo mira detenidamente, intenta descifrar que escusa podría darle un hombre de negocios tan respetable como era él.

― Dime ― le da el okey para que continúe.

― Le compre al anterior dueño la que iba a ser tu sucursal en Estados Unidos.

Dylan abre los ojos bien grande.

― ¡¿Cómo?! Pero si yo...

― Lo sé, no aceptaron la oferta ― lo interrumpe ― sin embargo pude llegar a un acuerdo con él.

― ¿A dónde quiere llegar con esto? ― recapacita.

― Cásate con Elizabeth y a cambio te la entregare sin tener que pagarla por ningún centavo, toma la sucursal como mi regalo de bodas.

― ¿Y por qué cree que aceptare eso? No tiene ninguna importancia para mí.

― Claro que la tiene ― apoya los codos en la mesa y pone su cabeza en las manos unidas ― porque si te vas para haya sin que nadie se entere, tu vida sería más tranquila.

Dylan hace una sonrisa maliciosa.

― Parece que usted sabe lo que yo quiero, supongo que podemos llegar a un acuerdo.

― ¡Por supuesto! Solo tienes que casarte con Elizabeth y podrás irte, pero recuerda debe ser creíble para que mi hijo se rinda, así que espero una boda grande.

― Es un trato ― se estrechan las manos al pararse y agitarlas en un acuerdo de conformidad.

Al día siguiente, Santiago estaba de vuelta, organizándose para tener todo el jardín de la mansión Being bien bonito, Mariana pensaba en Joaquín que se había escapado y no tenía noticias de él, con el brazo enyesado estaba más preocupada, "¿Estará bien?", "¿Tendrá alguna dificultad?", son algunos de los pensamientos que le pasaban por la cabeza, para distraerse encendió la televisión y sí que se distrajo ¿Por qué? Porque no era por un programa cualquiera, es más, en realidad se sorprendió por lo que oyó.

"¡La fecha se acerca televidentes!"

"Nuestros empresarios más codiciados al fin se casaran"

Ella cambia de canal y escucha cosas parecidas.

"¿La Flor de Lis dejara su fama de ser una cualquiera?"

"El empresario Macmillan ha confirmado todo"

Vuelve a cambiar.

"Elizabeth Florencia Being y Dylan Tristán Macmillan, más cerca que nunca"

"¡Boda! ¡Habrá boda!" "Ya tienen fecha, se acerca"

Mariana apaga la tele con una cara paralizada y luego reacciona.

― ¡¿Qué?! ― de pronto grita.

Santiago viene corriendo.

― ¿Qué pasa? ― la mira preocupado.

― Me... me caso... digo... Liz se casa en unos días, lo confirmo Dylan ― titubea sonrojada.

Ambos se miran detenidamente, no entienden nada.

¡¿Días?! ¿Cómo iban a ser tan solo días? Con el dinero que tiene Dylan puede ser pero... toda la preparación, el apuro y esa extraña decisión, era muy desconcertante para cualquier persona, Mariana se dirigió a Macmillan enseguida.

Al llegar no se detuvo y entro rápido a la oficina sin preguntar.

― ¿Se puede saber que estás haciendo? ― ella le dice directo.

Él termina de hablar por teléfono y le contesta.

― Terminar con todo ― se levanta de la silla y se acerca a ella ― me alejare por completo de ti, así que colabora y no entres a mi oficina como se te dé la gana ― la mira con el ceño fruncido de siempre.

― ¿Qué quieres decir? ― pregunta confundida.

― Hable con el padre de "tu amante" y llegamos a un acuerdo para que me vaya del país si me caso contigo.

― ¿Qué? ― se sorprende otra vez como cuando vio la noticia en la televisión pero esta era una sorpresa de disgusto.

<< ¿Dylan se va? >> ella piensa y siente una punzada en el pecho.

― Lo que oíste, no tendré más nada que ver contigo, porque me iré bien lejos de ti, como debí haber hecho hace mucho tiempo.

― De acuerdo ― baja la vista triste, después de todo ella fue la que lo alejo, no puede quejarse.

Dylan la observa detenidamente, se sonroja.

― Ya vete ― gira la vista antes de que se arrepienta de todo lo que está haciendo, quería agarrar su rostro, besarla, consolarla, pero los recuerdos de su rechazo no lo dejaban moverse.

― Si ― se da vuelta tímidamente, camina hacia la puerta, la abre y al salir la cierra levemente, dejando un vacío en la habitación.

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¡Hola!

¿Les ha gustado el capitulo?

Pues... ¡En breve más!

La verdad... el padre de Joaquín nos consiguió la boda ¡Pero malvado! Nos has arruinado... 

¡No Dylan, no te vayas!

"No al fantasmismo"
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Saludos Vivi ;)



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